El régimen cubano intensifica la persecución contra el periodismo independiente. Esta vez, Irina Caridad León Valladares y Lisandra Orraca Guerra, de la Red Cubana de Comunicadores, fueron “robadas” por la policía de Pinar del Río, denunciaron al portal Martí Noticias.
A las mujeres se le ocupó un paquete de ayuda que reciben por una ONG, que contenía 1 tubo de pasta dental, 5 cepillos de dientes, 3 latas de conservas, 3 cajas de gelatina, 2 desodorantes, 5 compotas, 2 paquetes de puré de papas, sazones Goya, cuadritos de sopa de pollo, 2 paquetes de refresco en polvo, 1 paquete de servilletas sanitarias y 6 barritas de chocolate.
Las periodistas fueron conducidas a la Unidad de la PNR, donde un oficial identificado como “capitán Reinier” les informó que el paquete fue decomisado porque “podía tener una bomba o drogas”.
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Aunque pudieron comprobar que allí no había nada de lo que buscaban, “se negaron a devolverlo”, explicó Orraca.
Desde ese día hasta el lunes, 4 de septiembre, las comunicadoras volvieron a la Policía para exigir la devolución del paquete, pero en lugar de darles una explicación, las autoridades les presentaron un acta de advertencia.
“Consideraron que alteramos el orden público”, algo que no es cierto, puesto que reclamar los derechos no es un delito”, dijo Orraca.
Las mujeres insisten en que en cualquier país es “normal” que una persona reciba un paquete con alimentos y artículos de uso personal, pero en Cuba las autoridades no lo tienen en cuenta.
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A criterio de Orraca, los allanamientos y decomisos forman parte de las “tantas arbitrariedades” que las autoridades comenten contra los opositores para demostrar la “fuerza y el control”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias