La falta de transporte público en la ciudad de Holguín y sus zonas rurales, cada día se hacen más cuesta arriba. Los usuarios aseguran estar limitados para moverse de un lado a otro, pues últimamente su único vehículo son sus pies. Caminan kilómetros y aun así no logran sus objetivos diarios.
Los holguineros además de la falta de transporte, se quejan por los precios de este servicio a cargo del régimen cubano, que para muchos está lejos de resolver sus carencias y necesidades mínimas.
Los habitantes contaron al Diario De Cuba que quienes viven en las zonas rurales de San Germán, en Holguín, pierden con frecuencia citas médicas e incluso la posibilidad de hacer diligencias diarias.
Cuentan que desde San Germán hasta la comunidad rural Camilo, el pasaje cuesta actualmente dos pesos, en moneda nacional. Mientras que otros aseguran que desde hace semanas el transporte no está llegando siquiera a su destino final, debido al estado físico del vehículo, obligando a la gente a caminar casi siempre los cinco kilómetros restantes para llegar a su parada.
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Según registros en esa localidad, ubicada específicamente a 35 kilómetros de la cabecera municipal, donde viven aproximadamente cinco mil personas, solo tiene tres salidas por semana.
Los mates, jueves y sábados sale el transporte de dicho pueblo, cubriendo diez rutas y realizando dos viajes por día.
“Con esta escases de transporte es normal que no haya capacidades suficientes para todos los que las necesitan. A los que vivimos en la zona rural nos tocó bailar con la más fea. Nadie se acuerda de que existimos, la indolencia de los dirigentes es muy grande”, reprocha Ana Delia Martínez, una de las habitantes afectadas.
La mujer prosigue y añade que aunado al déficit de vehículos la carretera está prácticamente “intransitable”, situación que para ella acrece la problemática, debido a que los pocos vehículos que medio funcionan se deterioran más rápido.
Abelardo Zaldívar, residente del barrio la Cuba, cercano a la Camilo, por su parte critica igualmente la situación y considera una “estafa” el hecho de que la empresa de transporte municipal cobre completo el pasaje cuando no los lleva hasta su destino.“Por esta situación, hace un mes que el transporte no ingresa al poblado. No se puede transitar. El camino está sumamente deteriorado y nadie hace nada. Solo se mueven cuando anuncian una visita de alto rango a la zona. Allí si arreglan el terraplén principal, pero los cinco kilómetros para entrar hasta la Camilo nunca los tocan. Actualmente por esa vía solo pueden pasar tractores y animales”, relata Martínez.
“Aquí tenemos consultorios, pero no contamos con los medios necesarios para los primeros auxilios, es que ni siquiera en el pueblo existen. El médico viene solo dos o tres veces por semana debido a la falta de transporte. Tampoco puede vivir de forma permanente en el barrio por falta de condiciones mínimas”, apunta.
Mientras que un licenciado en Cultura Física, que prefirió no ser identificado indicó que “uno de los tantos reclamos que han planteado en diferentes reuniones es la capacidad del ómnibus para tantos barrios. Solo pueden viajar 30 pasajeros sentados y 15 de pie”.
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Raúl Pupo, padece tres enfermedades crónicas y revela que ha “perdido turnos médicos porque cuando el transporte viene de retorno no puede parar por falta de capacidad. Por la misma causa También he perdido la oportunidad de comprar los medicamentos que vienen una vez por semana a la farmacia”.
“Al parecer, a alguien de los jefes le molestó el transporte por ferrocarril y lo eliminaron, ya no quedan ni los carriles; en vez de ir hacia delante, vamos para atrás. A nosotros, que vivimos a 12 kilómetros de la cabecera municipal, muchas veces se nos hace tan difícil como para el que vive a 40 kilómetros”, señala Pupo.
Redacción Cubanos por el Mundo
