Los vecinos de la calle Corrales, número 10 en La Habana Vieja, están cansados de convivir con las aguas sucias que invaden el edificio por falta de mantenimiento en las tuberías y los sistemas que suministran el agua potable a cada uno de los hogares, reseñó un reportaje Palenque Visión.
Una de las residentes del edificio declaró que luego de tener alrededor de dos meses y medio con malos olores descubrieron que se trataba de un tubo roto por lo que salían las aguas residuales.
Había orine, heces y hasta ratas muertas se sacaba de esa tubería
Quienes viven en el edificio empezaron a presentar síntomas a causa de las aguas sucias como malestares estomacales, diarrea y náuseas, de esta forma su vida cotidiana se vio afectada.
Algunos aseguran que donde más se vieron afectados fue en el aspecto económico, ya que el gobierno no hace nada para arreglar el problema y ellos deben pagar por ver una mejoría en sus hogares.
Muchos de los residentes detallaron a Palenque Visión que tienen que pagar para poder llevar agua potable a sus casas “como vivo sola con mi hija, tenía que pagar para que me llevaran los baldes hasta mi casa porque a veces no tenías ni para cocinar”.
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Otra de las entrevistadas dijo que llego a pagar hasta 8 dólares semanales para poder tener agua limpia en su casa. Mientras una vecina que tiene un bebé debía pedir ayuda para cargar los baldes por estar recién operada.
Yo soy diabético, hipertenso, tengo tres hernias y así cargue los baldes con agua para poder surtir mi hogar, explicó un señor que reside en el edificio.
Todos aseguran que las instituciones gubernamentales hacen caso omiso a lo que sucede. “Simplemente no les importa lo que aquí está sucediendo”.
Redacción Cubanos por el Mundo