Cuando las tradiciones son atraso para los pueblos. Un reciente reportaje del portal Cubanet, recoge el “dilema” que se le presenta a las familias cubanas a la hora de festejar una fecha cargada de tradición que sin embargo se ha trastornado en el derroche de ahorros de un grupo familiar entero: los quinceaños.
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Se trata de comprar trajes elegantes, pagar gastos de peluquería, alquilar un salón, pasapalos y fotos para el antes y durante.
“Desde pequeña siempre me dijeron que los quince era una de las etapas más bonitas de la vida porque se pasa de ser una niña a una adolescente, además, es una tradición”, explica Natalia, una muchacha de que se encuentra en estos momentos en vísperas de tan esperada celebración.
Este sueño, ha llevado a sus padres, cuyos recursos son superiores a los de una familia promedio, a cancelar 500 CUC para las fotografías de sus quinceaños.
“De las fotos que me hicieron lo que más me gustó fue la variedad de trajes, eran preciosos. Fui la que elegí cómo quería hacerlo todo porque mis padres me lo permitieron. Muchas amigas me han dicho para ellas estas fotos son caras. Realmente para mí no lo fueron, claro, también fue un regalo de mis padres”, agrega la adolescente.
Pero este no es el caso común. Para Yadira, una madre soltera que cría a sus dos hijas, una de 19 años y otra con apenas dos, fue una real odisea festejarle los quince a su hija mayor.
“Gracias a la ayuda de mi padre que en aquel tiempo era taxista particular pude respirar con los gastos. Pero para poder abaratar los costos también tuve que conseguir un transporte para los fotógrafos y yo misma fui la maquillista de mi hija. Ya desde hacía unos meses había reunido para conseguir el vestuario y unos parientes me resolvieron los locales para las fotos”, afirmó.
Un negocio en crecimiento
El recuerdo de las fotos valen el esfuerzo, a tal punto que el festejo se ha convertido en uno de los negocios de mayor auge en todo el país producto de la creciente demanda, convirtiéndose en una verdadera industria en un país autodeclarado como ajeno al mundo capitalista.
Izuky, uno de los más experimentados fotógrafos de quince, asegura que “no pocas” familias cubanas, destinan grandes cantidades de dinero para el festín. Sin embargo, explica que la fotografía de los quince es la más importante de todas las actividades porque es la que queda en el recuerdo familiar. La demanda se ha incrementado con la realización de la celebración también para los varones.
Su trabajo puede consultarse y verse en https://izukyphotography.com/photo-galleries-havana-cuba/fotografo-de-quinceaneras-en-habana-cuba
El reportaje cita los costos de Eikon Habana, uno de los negocios privados que brindan servicios para este tipo de actividad. Sus ofertas van desde las 24 Fotos de tamaño 8×10 pulgadas con un álbum por el costo de 150 CUC, hasta servicios de costos intermedios que permiten la adquisición de un photobook de 40 páginas tamaño 8×12 pulgadas de hasta 50 fotos, más la revista, un lienzo 60×100 cm, un video a modo de making-of y otros productos por un valor de 700 CUC.
La Universidad quedará para después
El ahorro es importante en la isla, si la prioridad es la fiesta de quinceaños.
“Después de los gastos que tuve con mi primera hija, ahora pienso más en los ahorros para las fotos de la más pequeña que los gastos de sus estudios. Creo que los quince salen más caros”, agrega Yadira, citada anteriormente.
En Cuba, la enseñanza está lejos de ser “gratuita” como asegura el régimen. El alto costo de una computadora, la necesidad de clases particulares, el pago de transporte, comida, materiales de estudio, libros entre otras necesidades, convierte a la universidad en una inversión costosa.
Ejemplo de ello, el costo de una computadora promedio con un terabyte de capacidad en disco duro y 4 gigabytes de RAM en el mercado negro puede estar entre los 350 y los 450 CUC, lo cual representa el salario promedio de 12 a 16 meses, basados en los datos publicados en 2016 por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, donde el salario medio mensual es de 740 pesos (un peso equivale a 0,04 CUC).
Estos precios en las tiendas estatales se duplican, a pesar de tratarse de productos con las mismas características. Ante ello, padres como Ernesto, quien tiene una hija de 10 años, prefieren no adelantarse al futuro. “En Cuba cómo se puede ahorrar si apenas vivimos el día a día. Tengo la esperanza de que cuando mi niña llegue a esa edad la moda de hacerse las fotos de los quince haya pasado”, expresa.
“En realidad, todo está caro en este país. No solo las fotos, que para nada están acorde el salario promedio del cubano. Hoy en día la mayoría trabajamos para malcomer y resolver necesidades básicas. Estas cuestiones hacen que al final las parejas en Cuba decidan tener un solo hijo. Es una especie de huelga muda, y en par de años los viejos vamos a duplicar a los jóvenes. Incluyendo a los que emigran, Cuba se está quedando sin juventud y un país sin jóvenes no tiene futuro”, concluye.
Redacción Cubanos por el Mundo