El impacto de una bala del rifle AR-15 es similar al impacto de una lata de refresco. Se trata de un arma militar, semiautomática y con potente cargador capaz de disparar decenas de veces. Para que un funcionario de las Fuerzas Armadas estadounidenses pueda manipularla, necesita 100 horas de entrenamiento. A un civil en Estados Unidos, en país de los tiroteos masivos, le toma minutos obtenerla.
La página web Enconflictos.com, sitio de análisis especializado en conflictos, reseña que pese a ser el rifle de asalto AR-15 el más usado en crímenes masivos, la nación del norte “sigue sin reaccionar ante su horror“.
“La última escena ocurrió en una escuela de Parkland, Florida, donde un antiguo estudiante, Nikolas Cruz, con problemas de ira, asesinó a 17 personas con este rifle. Fue el octavo tiroteo en una escuela de EEUU en lo que va de año y el tiroteo número 40 en todo el territorio, en apenas 7 semanas de 2018“
El sitio publica un gráfico que resalta la capacidad de la “máquina de matar”. Según la Asociación Nacional del Rifle (ANR), se trata de un tipo de arma que tiene más de 9 millones de ejemplares circulando en USA.
Trece tiroteos masivos tiene a este rifle como protagonista desde 1984, “incluyendo los dos últimos más sangrientos de Estados Unidos”.
“4 kilogramos es su peso máximo, lo que la convierte en un arma sumamente liviana y manejable, además de personalizable”
¿Quién asesina en EE.UU?
Otros trabajos de la página Enconflictos.com se aproximan al perfil psicológico de quienes cometen actos criminales masivos en el país del norte.
Los ciudadanos de esa nación viven inmersos en balaceras que tienen lugar en kindergarden o centros comerciales “los días menos sospechados”.
Dos ejemplos: Nikolas Cruz y Devin Kelley.
Cruz, tras ser expulsado por indisciplina en la escuela secundaria Stoneman Douglas, en Parkland —a una hora en coche al noroeste de Miami— abrió fuego este miércoles contra la institución. El resultado: al menos 17 muertos y 15 heridos.
Lo que pasó con Devin Kelley fue similar. le disparó a 26 personas en la primera iglesia bautista de Texas, en Sutherland Springs el primer fin de semana de noviembre de 2017.
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Ambos muchachos usaron un AR-15 y presentaron trastornos emociones y de personalidad. Cruz, diagnosticado con autismo y problemas de conducta, y Kelley, con trastornos mentales.
De manos de hombres como él mueren estos 93 norteamericanos, según reseñas del diario El País al cierre de 2017.
Todos estos asesinatos tienen un denominador común: hombres emocionalmente sombríos los ejecutan, concluye el sitio web en otra de sus publicaciones.
Redacción Cubanos por el Mundo.
