Muchos líderes de diferentes países recibieron sobornos del consorcio brasilero Odebrecht, pero nunca antes había trascendido que la cantidad solicitada por el sobornado era más alta que la ofrecida por el pagador.
Esa es la realidad de Venezuela. Está gobernada por un régimen que supera todos los niveles de corrupción en Latinoamérica y que además pretende, luego de 20, seguir practicando incluso el narcotráfico desde el poder.
Y es que Nicolás Maduro en el 2013 siendo candidato presidencial de Venezuela le pidió a la constructora brasileña Odebrecht que le pagara $50 millones en sobornos si quería seguir disfrutando de los jugosos negocios que tenía en el país, según reseña El Nuevo Herald.
Exigencia ante la cual, Euzenando Azevedo, jefe de las operaciones de la firma en Venezuela, “nada más le dio $35 millones”, afirmó la Fiscal General de Venezuela Luisa Ortega.
Historia
El monto otorgado ya había sido confirmado por el mismo Azevedo e incluido como un importante dato en el proceso judicial emprendido por Ortega contra la inmensa corrupción que rodea a Maduro y a su entorno más cercano dentro del régimen.
Lo que trasciende ahora es la ligereza con la que el ahora candidato a la reelección, lanza cifras al aire para conseguir financiamiento ilícito.
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Ante todo esto, la fiscal que rompió con el régimen y ahora opera desde el exilio, acaba de solicitar ante el Tribunal Supremo de Justicia, que también opera desde el exilio, que solicite la captura internacional de Maduro.
Esta iniciativa podría definir la controversia que existe en Venezuela sobre las instituciones porque según la legitima Asamblea Nacional y la Constitución vigente, Ortega y los magistrados que se encuentran en el exilio son las autoridades venezolanas.
Mientras que según la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), nombrada a fuerza por el régimen, son los magistrados de Maduro y su nuevo fiscal, Tarek William Saab, los que tienen esa autoridad.
“Ahora corresponde a los distintos Estados, reconocer o no a estas instituciones”, señaló Ortega.
Proceso en el exilio
Si el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio y la Asamblea Nacional dentro de Venezuela aprueban la moción de la fiscal de que Maduro debe ser formalmente destituido y arrestado para luego ser enjuiciado por corrupción; puede desencadenar acontecimientos internacionales.
De producirse, la comunidad internacional, y en particular INTERPOL, tendría que acatar el pedido de captura internacional, que actualmente se encuentra en manos de los magistrados que operan en el exilio.
Peor
La corrupción de Odebrecht fue peor en Venezuela. La empresa obtuvo contratos públicos de miles de millones de dólares sin tener que medir fuerzas contra sus rivales en licitaciones y cuando incumplía con las condiciones; todo esto sin que significara un escándalo porque el régimen lo tapaba todo.
De todas las obras entregadas Odebrecht, actualmente todas están abandonadas. Muchas incluso antes de comenzarlas y sólo 13 de esas cuentan con alguna labor realizada
La obras generaron al estado venezolano una carga económica de más de $40,000 millones, informó Ortega.
Redacción Cubanos por el Mundo
