La contaminación en la bahía es evidente. El más reciente derrame de 12.000 metros cúbicos de aguas oleosas registrado en la refinería Camilo Cienfuegos en mayo pasado, supuestamente “controlado” por las autoridades, sigue enlodando a las especies de la vida silvestre, así como a las personas que habitan la zona.
“Esto es pura candela, esto es criminal. Aquí ni pescados van a haber en un buen tiempo. Sí esto se llama estar controlado, no he visto a nadie dándole solución al caso”, dijo a Martí Noticias un pescador de la zona mientras camina entre el pantano negro que quedó en la orilla tras el derrame.
Antecedentes
La contaminación viene a sumarse a otros accidentes ambientales, como el ocurrido en el año 2001 en el que se vertieron altas concentraciones de arsénico en la bahía, un tóxico que hasta el año 2014 todavía se encontraba en sus aguas, según reportó Martí Noticias.
Un reporte que contradijo la versión oficial, en la que desde el 2013 se declaró a las aguas de Cienfuegos libre de arsénico.
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“Uno no puede ni salir de la casa porque estás encharcado en petróleo de ese, ahora para tú ir a pescar tienes que coger un rastrillo y empezar a embarrancarte bien de eso para limpiar un huequito, que no vas a dejar de embarrarte porque eso se queda pegado a la piedra y para que se caiga, quizá para cuándo será”, explica otro pescador residente del lugar.
Los pobladores critican la poca preocupación de las autoridades por la contaminación que se concentra en el área, donde inclusive niños asmáticos respiran toda clase de impurezas dejadas por los químicos derramados, sin que nadie se avoque, ni siquiera a inspeccionar los daños ocasionados a los habitantes.
Redacción Cubanos Por El Mundo
