Hace tres años una manada deambulaba libremente provocando accidentes viales en Falcón, al norte de Venezuela. Los burros eran un problema. Se metían hasta en la pista del aeropuerto de Coro, la capital de ese estado. Ahora, el problema lo tienen ellos. Deben huir al ver a los hombres que hasta los cazan para comérselos; según reseña el Nuevo Herald.
Ya miles de ellos han sido sacrificados para comerse su carne. La población se une y les da muerte a los animales intentando aplacar la hambruna del país.
Odalys Martínez, una pobladora de la Península de Paraguaná, en el mismo estado aseguro; “Aquí ya no quedan burros. Los que tenemos están en Miraflores”, haciendo referencia al Palacio presidencial venezolano.
Los venezolanos buscan en la basura, roban vegetales y hortalizas y matan animales. Esa es la realidad actual en el país petrolero. El colapso de su economía ha cambiado radicalmente sus hábitos alimenticios y no parece que se detendrá.
Extinción
La virtual extinción del burro está causando alarma entre las autoridades de Falcón. La especie es querida por sus pobladores desde que fue declarado una especie protegida. Luego de domesticarlo y alimentarlo, lo usaban sólo para el traslado de mercancías o el arado de la tierra.
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Eliézer Sirit, diputado opositor, confirmó que “desde 2015 y hasta 2018, los burros desaparecieron”.
“En las vías que eran de alto riesgo por la cantidad de burros, ya no existe ese peligro. No hay burros; nos los comimos todos. Extinción total”, indicó Sirit
Su homólogo Luis Stefaneli resaltó que el consumo del equino no era costumbre en la nación sudamericana, como sí lo es en China, España e incluso en algunas partes de América Latina.
Años atrás, los moradores de Paraguaná solían alimentarse de chivos, pescados y carne de vaca, y cuando éstos escaseaban comían conejo, granos y hasta iguanas. Nunca carne de burro, porque es “dura y huele demasiado”.

Pero el consumo del equino se convirtió en una necesidad para muchos.
El legislador explicó que la idea de comer la carne de burro fue introducida en la zona por el personal médico cubano que llegó con el programa de cooperación médica conocido como Barrio Adentro.
“Al llegar los cubanos a Venezuela, como parte de las delegaciones médicas y deportivas, les pedían a los falconianos la carne del equino”, explicó.
Redacción Cubanos por el Mundo