Una nueva crisis volvió a gestarse en el puente fronterizo Simón Bolívar, cuando miles de venezolanos procedentes de Cúcuta (Colombia) rompieron los cercos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para ingresar a su país con alimentos y medicinas.
Según recoge el periódico local El Universal, desde horas de la mañana los venezolanos lograron romper el cerco del puente internacional, levantado en enero por la GNB para evitar el ingreso de la ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos y otros países.
De acuerdo con varias fuentes, la situación se produjo tras la crecida del río Táchira, que les impidió a los ciudadanos ingresar por las trochas. En el lugar, varias personas han sido atendidas por presentar desmayos y otros problemas de salud.
Videos de los disturbios muestran a militares de GNB trasladando a una niña desmayada hacia el punto migratorio de Colombia para que los cuerpos de seguridad de la nación vecina pudieran darle asistencia médica.
Las trochas son rutas ilegales usadas a diario por esta población migrante, tras el cierre decretado por el gobierno de Nicolás Maduro el pasado 23 de febrero. “Tocó pasar por encima del contenedor y caímos al piso”, contó uno de los venezolanos al periódico El Tiempo.
“La situación está muy difícil, hemos aguantado hambre, estamos sin luz y sin agua. Los niños son los que más sufren. Por eso venimos desesperados a buscar alimentos a Colombia”, agregó.
Desde el pasado 11 de marzo, Venezuela habilitó por estos cruces fronterizos un canal humanitario que permitió el paso de estudiantes de colegios colombianos y enfermos.
Las autoridades de Migración Colombia reportaron la semana pasada un incremento del flujo por esta estructura de hasta 9.000 personas diarias. Por su parte, la Policía Nacional colombiana ya está atendiendo esta avalancha de migrantes con el despliegue de los ocho cuadrantes del municipio de Villa del Rosario.