Sin sorpresa alguna. La presidenta del Consejo Electoral Nacional en Cuba, Alina Balseiro Gutiérrez ratificó que luego de la “votación” de los diputados, Miguel Díaz-Canel quedó como “presidente” de Cuba y con Salvador Mesa, un dirigente de la vieja guarda, como vicepresidente.
De acuerdo a la prensa oficialista, ambos cargos contarán con escaño en la presidencia de la Asamblea Nacional cubana.
En su discurso, Díaz-Canel reconoció la inquietud y preocupación que existe en la población cubana y que refirió, es una lógica que “compartimos frente a un mundo minado por el desequilibrio en las relaciones económicas”.
“El país tiene el compromiso de hacer florecer el talento formado por la Revolución, producir y aportar internamente, sin cerrar las puertas a la cooperación y los aprendizajes fuera de fronteras. La exportación de productos cubanos y de servicios debe crecer y diversificarse”, puntualizó.
Además indicó que durante el último año han puesto a “prueba” las capacidades del sistema cubano y no auguró que vengan tiempos más favorables.
“Han exigido al pueblo un extra, a los ministros y cuadros de la administración del Estado. No será menor la exigencia en los días y meses por venir”.
En sesiones de Asamblea seguirán siendo informadas las decisiones venideras.
“Hay muchas leyes, indispensables para hacer más eficiente el Gobierno, que precisan de modos más expeditos de revisión, aprobación e instrumentación. Es un compromiso desde que aprobamos la nueva Constitución”, reconoció.
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Salvador Mesa es miembro del Comité Central del Partido Comunista desde 1991 y de su Buró Político hace 10 años. En la Sesión Constitutiva de la IX Legislatura del 19 de abril de 2018, los miembros del Parlamento lo eligieron como primer vicepresidente del Consejo de Estado y de ministros de la República de Cuba.
Hasta ese momento se desempeñaba como vicepresidente del Consejo de Estado, luego de haber ocupado importantes responsabilidades partidistas y sindicales.[5].
Redacción Cubanos por el Mundo
