Al régimen de Cuba no le gusta ser criticado. La madre de la niña Paloma Domínguez, que falleció a causa de una presunta vacuna defectuosa en un policlínico de La Habana, denunció que la dictadura la amenazó con meterla presa debido a sus reiteradas denuncias.
Yaima Caballero Peralta informó que actualmente se encuentra fuera de la Isla comunista y no puede regresar debido a la amenaza.
Según informó al portal CubaNet, una semana después de la muerte de su bebé a causa de la vacuna, fue citada al Ministerio de Salud Pública (MINSAP) para reunirse con militares y el médico Roberto Álvarez Fumero.
Ahí fue amenazada.
“Me preguntaron que si yo sabía que por hacer falsas acusaciones sobre que mataron a mi hija, era un crimen, y que todo crimen se paga con la cárcel”, indicó Yaima.
Informó que la renovación de su pasaporte duró apenas tres días, cuando lo habitual es de 20 días. “Demás está decir que significa eso”.
Para ella, el castrismo la quería fuera de la Isla.
“No puedo regresar a Cuba, eso me quedó claro, al menos por ahora, pero ya yo dije allá todo lo que tenía que decir, y aquí seguiré exigiendo justicia para mi hija”, declaró.
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Luego de salir del país, unos militares fueron a buscarla a su casa, pero sus padres les dijeron que no se encontraba.
“Estoy segura que iban a querer callarme la boca, y además, antes de irme, varios vecinos me habían informado que mi casa estaba siendo vigilada, porque vivo en un barrio pequeño, y los extraños se notan a leguas” aseguró.
Lamentó que su niñs quizás pudo tener una oportunidad de vivir. “Todo este tiempo me ha servido para pensar, a lo mejor si podía haberse salvado”.
Recordó aquél fatídico 9 de octubre, ella intentó bajarle la fiebre y cuidar a su niña en el policlínico Betancourt Neninger de La Habana, ya que el personal no se dignó a estar pendiente.
“Me dejaron toda una noche a mi sola con ella poniéndose cada vez peor, y yo solita bajándole la fiebre hasta las 5am que la pasaron para terapia porque estaba muy mal. Solo un residente que pasaba a cada rato y no le gustaba lo que veía me decía que tenía que preguntarle al profe.”
Caballero añade que su sufrimiento fue mayor por los demás niños.
“Estuvimos muy pendientes de ellos todos los días pero el hecho de que también estuvieron en el pediátrico de Centro Habana muy graves como Paloma y ya estén en su casa, eso me deja mucho que pensar.”
Redacción Cubanos por el Mundo
