El parón de enero, la propuesta de Alexander Otaola, presentador cubano y activista prodemocracia, continúa sumando adeptos, en medio de una campaña tradicional de justificación a las acciones represivas del régimen.
Un texto compartido a través de redes sociales, describe ampliamente cómo el pueblo cubano puede con el parón de enero, pasar “de la protesta a la propuesta”.
A continuación, se desglosan una serie de argumentos para respaldar el “parón de enero”, compartidas por el cubano Aldo Miguel Santos.
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A) Nadie ha sostenido que un mes de cero remesas – recargas – viajes logre tumbar a la dictadura. Esto es solo un gesto o #AcciónAfirmativa para generar conciencia y llamar a la acción, algo perfectamente válido como parte de las tácticas de resistencia y #DesobedienciaCivil que han sido efectivas a lo largo de la historia en diversos escenarios de lucha cívica pacífica.
B) Esta iniciativa es también un recurso de presión al régimen, no tanto por la cuantía de los recursos financieros que pueda dejar de recibir en ese mes, sino en la medida de que perciba que la ciudadanía se puede organizar para articular respuestas cívicas (y a juzgar por la virulenta reacción parece que ya está siendo efectivo).
C) La campaña no obliga a nadie a unírsele por la fuerza. Todo el tiempo se ha apelado a la conciencia y a la adhesión voluntaria (de hecho no hay modo alguno de comprobar que quien ahora diga que se adhiere, envíe en enero sus remesas y recargas usuales). También se sabe que en muchos casos hay razones humanitarias para no sumarse.
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D) La campaña no puede proporcionar (más) justificaciones a un régimen totalitario que ya desde hace 60 años ha estado usando e inventando todos los argumentos para dividirnos dentro y fuera de Cuba, así como satanizar – satirizar a la #emigración y a la #oposición.
E) Hay quien se manifiesta como si se estuviese intentando provocar una catástrofe humanitaria llevando a miles de familias a la muerte por hambre e inanición. Ante eso, yo me pregunto ¿Y esos otros miles y miles de familias cubanas que no reciben nada, nananina, ayuda cero desde el extranjero, o las que reciben 20 dolaritos de regalo de Pascuas a San Juan? ¿Cómo hacen? ¿A dónde llega el grado de dependencia – invalidez al que hemos estado ayudando a someter a nuestras familias?
F) En lugar del patético alarido retórico de quienes hasta llaman a la violencia y en cambio no pasan del #BlaBlaBla, esta campaña recurre a algo tan alcanzable y tangible como real: el dinero, no hay nada más objetivo que eso. En cambio, los críticos del proyecto si están recurriendo a la más pura verborrea sensiblera. Incluso he visto a algunos que no mandan un puto dólar a su familia, salir ahora lagrimeando y chorreando moco, diciendo que nunca “abandonarán” a la suya.
Finaliza asegurando, que esto “no es un asunto de elección entre patria-familia y remesa-recarguita”, sino de que nuestra gente en Cuba (tan inteligente, capaz y emprendedora) llegue a vivir sin necesidad de las “ayuditas” y que el resto no tengamos que salir a buscar fuera, lo que por derecho nos corresponde encontrar dentro.
Redacción Cubanos por el Mundo
