Un pedido crítico en tiempos de coronavirus. El régimen de Cuba insiste nuevamente en el “ahorro en el empleo del agua” ¿La razón? La cuenca Almendares-Vento cuenta solo con 50 días de suministro para los habitantes de La Habana.
Según cifras oficiales, solo en la capital de Cuba, al menos el 21, 8 por ciento de la población presenta afectaciones en el suministro del vital líquido, recibiéndolo de forma intermitente o a través de pipas.
La prensa oficial reseñó que existe una grave depresión en las fuentes de suministro, utilizando la cuenca Almendares-Vento como ejemplo, en la que según indican desde Granma, solo quedan 50 días de cobertura, lo que los obliga a “acelerar acciones paliativas”.
Curiosamente, estas acciones pasan por la “terminación de la conductora desde Cuenca Sur”, que indican es la única que presenta un balance favorable, “la perforación y recuperación de pozos, la puesta en funcionamiento de plantas desalinizadoras, la instalación de metrocontadores y la supresión de salideros y averías en los hogares”.
No obstante, reconocen que se trata de una situación “emergente”, en palabras de la viceprimera ministra del régimen, Inés María Chapman.
A simple vista, podría inferirse que todas las medidas paliativas pasan por un incremento de la fuerza obrera, de visitas y operativos, que se contraponen con el tan pedido “distanciamiento social”, en momentos en los que el mundo enfrenta una pandemia, y Cuba no escapa de ella.
Aseguran que aplicarán de forma rigurosa “la regulación del suministro para el riego agrícola o a centros altos consumidores, el reordenamiento del tiro mediante carros-cisterna y el estudio de nuevas fuentes”.
Por su parte, Miguel Díaz-Canel insiste en solicitar “extremar” las medidas de ahorro posible, bien en el sector doméstico como estatal, al tiempo de “reducir plazos de ejecución de obras en curso”.
Redacción Cubanos por el Mundo
