Este lunes la Organización Mundial de la Salud, aseguró que la COVID-19 es hasta diez veces más mortífera que la gripe H1N1, surgida en 2009.
Aseguran que los datos obtenidos hasta ahora permiten determinar la rápida propagación del virus y su letalidad.
“Los datos recabados en varios países nos dan una imagen más clara de este virus, de su comportamiento, de la manera de pararlo”, declaró el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una videoconferencia de prensa desde Ginebra.
En el mundo, más de 115 mil personas han muerto por la pandemia que se originó en diciembre en China.
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— Agence France-Presse (@AFPespanol) April 13, 2020
De acuerdo a la OMS, la gripe H1N1 cobró la vida de 18 mil 500 personas. No obstante, la revista médica The Lancet estimó el número de muertos entre 151.700 y 575.400.
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Esta gripe promovió grandes campañas de vacunación a nivel mundial que fueron fuertemente cuestionadas, pues anualmente la gripe estacional deja entre 250.000 y 500.000 muertos, según las autoridades sanitarias mundiales.
Sin embargo, ante el COVID-19 no existe aún ninguna vacuna y las autoridades están obligadas a maximizar el diagnóstico ante los numerosos casos de sospecha, ordenar la cuarentena preventiva y seguir de cerca a los ya contagiados.
“Al final, la puesta a punto y la distribución de una vacuna segura y eficaz van a ser necesarios para interrumpir totalmente la propagación”, subrayó la OMS.
El confinamiento determinado en gran cantidad de países del mundo ha mermado la capacidad productiva económica, que demandan la pronta reactivación de la dinámica.
Piden desde la OMS, buscar “el equilibrio entre las medidas destinadas a luchar contra la mortalidad de la covid-19 y por otras enfermedades debido a los sistemas sanitarios desbordados y el impacto socioeconómico” de la pandemia.
Sin embargo agrega, que las medidas de confinamiento deben ser levantadas progresivamente, de forma “lenta y con control”.
“Sabemos que en algunos países, los casos se duplican todos los 3 a 4 días. Mientras que la COVID-19 se propaga muy deprisa, se desacelera mucho más lentamente”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Redacción Cubanos por el Mundo
