Compartiendo una publicación del principal órgano de propaganda del régimen, Miguel Díaz-Canel aseguró este sábado que el periodismo en Cuba es “libre y soberano”.
El comentario de Díaz-Canel llega como reacción de la prensa oficialista a la denuncia de Reporteros Sin Fronteras, que expone la carente libertad de expresión, e información que enfrenta el periodismo en Cuba.
De acuerdo al ránking de RSF, Cuba se encuentra en el lugar 171 de un listado de 180 países, en relación al ejercicio de la libertad de prensa, acompañado de otros nefastos ejemplos – y aliados- como Nicaragua y Venezuela.
Cuba: our journalism is honest, free and sovereign like the land we defend #SomosCuba #SomosContinuidad https://t.co/jSayAFb7d9— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) April 25, 2020
Granma responde en su publicación:
“Se nos podrían señalar muchas cosas, pero nunca se podrá cuestionar nuestro ejercicio de defensa de la verdad, el culto a la libertad y a la dignidad plena del hombre declarado en nuestra Constitución”.
Para el órgano propagandístico, la libertad de prensa refiere para RSF, en la gran prensa, los medios digitales y las editoriales, la defensa del “establishment”, cerrados para quienes cuestionan el sistema.
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Lo que no menciona la publicación es la gran cantidad de medios, entre ellos Cubanos por el Mundo, bloqueados dentro de Cuba.
Esto para impedir el acceso libre y universal de la información, con el que cada individuo se forja su opinión propia.
El periodismo en Cuba está condicionado por el PCC
A quienes se “salgan” de la línea oficial, se les acusa y señala. Y aunque las “formas” se han ajustado, sigue siendo un esquema de censura.
¿Cómo se ejecuta? Impidiendo a periodistas impedientes salir del país, e inclusive bloqueando su movilidad en las provincias, “deportándolos” a sus ciudades de origen.
Además imponiéndose multas y asediando sus residencias o manteniéndolos cautivos, como ocurre actualmente con Roberto Quiñones.
No obstante, quienes desde los medios oficialistas ejercen el periodismo en Cuba, han sufrido las presiones internas.
Recientemente, la locutora cubana, Aymara Fournier, salió de la emisora CMHW en un “extraño movimiento” que ella misma ha dicho “no le interesa aclarar” pero que fuentes desde dentro de la emisora aseguran fue por reportar de manera inconsulta sobre el brote de COVID-19 en un hogar de ancianos de la provincia de Villa Clara.
“Aymara se echó la culpa encima, para no delatar al director del programa,” declaró a Cubanos por el Mundo un veterano periodista villaclareño conocedor de lo sucedido, pero que desistió dar más información y su nombre, por temor a represalias.
Redacción Cubanos por el Mundo