Una escueta mención realizó el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) al evento de transmisión local registrado en el Hospital Faustino Pérez de Matanzas. Con 40 contagios, al menos confirmados de forma oficial, insisten las autoridades locales en responsabilizar al personal de guardia, a pesar de los problemas de logística evidentes, denunciados por sus propios médicos.
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De acuerdo a un reporte del máximo órgano de propaganda, el brote que durante días fue minimizado, es una “incongruencia lamentable”, en momentos donde aseguran tener una “esperanzadora trayectoria” con miras a frenar la COVID-19.
Mientras, el Hospital Faustino Pérez continuará abierto. El flujo de acompañantes está “limitado” según indicaron en el libelo estrella del castrismo, Granma, y actualmente cuenta con un poco más del 40 por ciento de ocupación. Reconocieron no obstante, que el abastecimiento de agua en el hospital es deficiente, y en consecuencia poca agua llega a la lavandería, lo que representa un factor de riesgo ante el virus.
Insiste, tomando las palabras de Miguel Díaz-Canel que el brote es un “alto precio a pagar por el exceso de confianza, falta de rigor, indisciplina o violación de procederes” ante la pandemia. Esta posición contrasta con el testimonio del personal del Hospital Faustino Pérez de Matanzas, que describe la falta de mecanismos de protección para enfrentar la pandemia.
De acuerdo al reporte de la prensa oficial, el brote se inició producto de la llegada de una paciente que pasó un gran periodo en el hospital, necesitando de varios servicios y para la que, según la posición oficial, “no se asumieron las precauciones necesarias y se vulneraron las normas de bioseguridad”.
No obstante, este domingo, miembros vinculados al Hospital Faustino Pérez, reclamaban la realización de pruebas PCR a todo el que ingrese a las instituciones, paciente o acompañante, para minimizar la exposición del personal de salud, quienes asumen el mayor riesgo.
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Pruebas PCR en el Hospital Faustino Pérez
De las 900 pruebas a realizar en principio, ascendieron a 1200 y ya van por la menos 1500 pruebas de PCR en la cadena de contagio del hospital, lo que demostraría que el brote aún no está controlado y su riesgo todavía continúa siendo alto aun cuando se pretenda bajar el volumen.
Aseguran las autoridades municipales de la provincia, que trabajan en las medidas de protección en otros centros asistenciales, hecho importante considerando que este es el segundo hospital importante de la provincia que registra un brote por coronavirus. Ir hacia la “normalidad” que necesitan las autoridades locales para reabrir el país, aun cuando no lo admitan de forma pública, sería la causante de que la prensa oficial haya estado tan contenida en informar sobre el caso.
Redacción Cubanos por el Mundo
