En Cuba específicamente en la comunidad de Río Grande de Ciego de Ávila funcionarios policiales decomisaron un cargamento de cebollas valorado en 100 mil pesos cubanos.
La incautación correspondiente al cargamento de cebollas se ejecutó a un camión particular proveniente de Sancti Spíritus que presuntamente destinaría la mercancía retenida a la venta ilícita.
Según los medios castristas, la procedencia del cargamento de cebollas no estaba justificada, por lo tanto la policía procedió a decomisar 180 sacos de cebolla blanca y mil ristras de morada.
“Además se comprobó que ninguno de los ciudadanos implicados contaba con la documentación legal para la comercialización de los productos y que el objetivo final era el abastecimiento de un mercado ilícito en la provincia de Camagüey”, aseveró el medio.
Trascendió además que el valor de los productos confiscados llegaba a los 100 mil pesos cubanos, a precio de mercado estatal. Por su parte, los implicados en el hecho podrían ser procesados por el delito de especulación y acaparamiento, establecidos en el artículo 230 del Código Penal.
Afirman los medios oficialistas que la mercancía confiscada según fue distribuida entre los centros priorizados de Majagua, también los centros pertenecientes al sistema de atención a la familia, las casas para abuelos y finalmente al hogar materno de esta localidad. Así mismo, parte de este cargamento de cebollas supuestamente llegó a los mercados estatales de los 5 consejos populares de Río Grande.
Sin justificar ningún hecho que vaya en contra de las leyes, es importante mencionar que la mayoría de los cubanos viven bajo una constante asfixia económica, motivo que conlleva al quebrantamiento de la ley que se les impone y que restringe en gran parte el desarrollo del sector cuentapropista. Cabe mencionar además que los mercados estatales se encuentran grandemente desabastecidos y los privados son los que mitigan un poco la escasez de alimentos que vive la isla mucho antes de la pandemia, aunque ahora el régimen pretenda escudarse en la misma.
Redacción Cubanos por el Mundo