Un grupo de cubanos desmontó en el tramo conocido como Majagual en Las Tunas, 27 hectáreas que en el pasado estaban repletas de plátanos pero por el abandono y el descuido se cubrieron de marabú.
Ante la urgente necesidad que enfrentan los cubanos de alimentos de cualquier tipo, este grupo de personas en Las Tunas, al ver que el terreno cubierto de marabú era útil para la siembra de plátanos y otros rubros, se dedicaron de lleno a la limpieza del mismo.
Para desmontar el terreno y retomar la siembra de plátanos, se usaron un tractor pata de hierro y una chapeadora, mientras que la mano de obra estuvo a cargo de seis trabajadores de la unidad empresarial de base (UEB) Santa María, de la Empresa Integral Agropecuaria Las Tunas.
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“Desde un primer momento nosotros teníamos previstas 27 hectáreas, que son las que estamos demoliendo. Ya preparamos 11 y de ellas, hay cinco hectáreas de boniato, intercalado en el plátano burro. Pero nuestro trabajo no queda ahí. Pretendemos sembrar tres caballerías más”, manifestaron los “privados” que no deben tardar en entregar todo su trabajo al Estado, para que sea el régimen el que decida a dónde van a parar los plátanos cosechados.
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Los trabajadores aseguran que con esta labor están respondiendo a las necesidades de la población y le están dando un mejor uso a un área que estaba completamente perdida: “Con todo esto produciendo se puede abastecer perfectamente al consejo popular de Veguita en Las Tunas, que tiene más de cuatro mil habitantes”, afirman bajo la falsa ilusión de que así será y el régimen no intervendrá en el proceso.
“El trabajo de eliminar marabú es difícil y, por suerte, tenemos apoyo de la maquinaria pesada. Por eso el estado anímico es bueno. Todos los obreros tienen una opinión favorable. Hubiéramos querido diversificar más los cultivos; pero preferimos el boniato, que es de ciclo corto”, manifestaron.
Pero las aspiraciones de los “privados” no están centradas sólo en 27 hectáreas, según ellos esperan llegar a las 100 para cultivos varios, sin embargo falta ver qué dice el Estado al respecto, porque es el régimen el que decide quién siembra, dónde se siembra y qué se siembra.
Redacción Cubanos por el Mundo