“Poder caminar fuera de las puertas sin ser supervisado, fue impresionante”, dijo un hombre afroamericano que fue liberado tras permanecer 44 años de su vida, injustamente encarcelado.
Ronnie Long, es un hombre afroamericano que fue sentenciado injustamente a 80 años de prisión por supuestamente irrumpir en una casa en Carolina del Norte, Estados Unidos, y violar a una mujer blanca de 54 años, identificada como Sarah Bost.
Según recuenta CBS News, del supuesto delito nunca hubo evidencia física que vinculara a Long con los hechos, sin embargo, el afroamericano fue condenado por un jurado de blancos y recibió una sentencia de 80 años; y 44 años después terminó con la libertad del hombre de 64 años.
Una corte federal de apelaciones de Carolina del Norte, determinó que Ronnie Long, fue víctima de “mala conducta policial extrema y continua”; de manera que los investigadores de la policía de Concord ocultó una docena de pruebas que respaldaban la inocencia del afroamericano.
Un total de 43 huellas digitales y un cabello humano en la escena del crimen no coincidían con Ronnie Long, sin embargo estos detalles nunca estuvieron al alcance de su defensa.
“Siento que el sistema de justicia penal aquí en este estado me falló”
La desestimación de todos los cargos le devolvieron oficialmente a Long la inocencia, la libertad y su vida, que injustamente les fueron arrebatadas. Una corte de apelaciones estadounidense determinó que los derechos del hombre afroamericano habían sido violados por “un patrón preocupante y sorprendente de supresión policial deliberada de pruebas materiales”.
“Tengo 64 años, voy a 65. Me quitaron la vida cuando tenía 20 años. No tengo nada más que recuerdos”
Long salió de la prisión en la cual se encontraba recluido en Carolina del Norte, el pasado jueves, afuera para su sorpresa le esperaban amigos y familiares que nunca dudaron de su inocencia y tampoco perdieron la fe en que se hiciera justicia en su caso.
Tras recuperar la libertad que injustamente le fue quitada, Long ahora quiere recuperar los 44 años de su vida perdidos y pasar tiempo con su familia y su esposa. Así mismo, el afroamericano aseguró que visitará las tumbas de sus padres: “Sé que mi madre y mi padre murieron con el corazón roto. Les diré ahora, cuando visite la tumba, ‘Tu hijo está limpio'”.
Nadie podrá reponer los años de encierro que Long pasó en una cárcel sin haber hecho absolutamente nada, pero, su abogado pedirá al gobernador Roy Cooper, un “perdón de inocencia”; una especie de indulto que permite recaudar dinero de un fondo estatal para otorgarle a los condenados injustamente, como fue el caso del afroamericano.
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Redacción Cubanos por el Mundo
