Arsenio Silva López, es un anciano cubano residente en el municipio Banes de la provincia de Holguín, que ve como sus “años dorados” se le van sumergido en el hambre y la miseria.
El cubano de la tercera edad vive en un rancho de latas y cartón construido por él mismo, ya que la dictadura nunca le ha tendido la mano en materia de vivienda, a pesar de que perteneció siete años al ejército.
“Tuve siete años en el ejército, salí y del campo me viene para acá porque papá y mamá se murieron, me instalé hace 12 años. Todo lo que tengo lo he recogido en la orilla del río”.
Aseguró en un video publicado por Cubanet.
El anciano cubano aseguró que, no tiene a nadie que lo ayudé y que la única persona que va a su casa “para que cobre el bono es la social”.
“Todos los meses el día 30 ella viene y me da el bono, y yo aquí no molesto a ningún vecino”.

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Pensión miserable para el anciano cubano
De igual manera, el anciano cubano aseguró que, cobra una pensión de una chequera de 218 pesos porque es “asistenciado”, pero la misma no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas como alimentación y aseo personal.
Asimismo, reveló que recoge agua en el río para bañarse y tomar.
“Yo tengo que ir todos los días al bosque a pagar mi almuerzo y mi comida, y menos mal que tengo el bocadito ese porque la comida está muy cara”.
El anciano cubano consideró que, para él es imposible ir a las nuevas tiendas en dólares de la dictadura cubana.
“Lo que yo gano son 218 pesos, no puedo comprar ni un pollo de tres libras”.
Aseveró.
La historia de este anciano es solo una de las miles de, personas de la tercera edad que, se encuentran abandonadas en la isla y la dictadura no mueve ni un dedo para apoyarlas.
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Redacción Cubanos por el Mundo