Cuando se registró el primer caso de COVID-19 en Cuba y se encendieron las alarmas en el seno de la cúpula castrista por lo que podría suceder meses después con respecto a la enfermedad, que ya hacía estragos en otros países, el régimen siempre trató de mostrar que “mantenía control” sobre la pandemia y en las primeras semanas no se reportaban más de 100 casos por día.
En esos momentos, si se reportaban 90 casos positivos de coronavirus era un escándalo en Cuba, a pesar de que, las sospechas de que el Ministerio de Salud Pública maquilla las cifras siempre han estado vigente.
No obstante, ese “aparente control” y falso optimismo que mostraba todas las mañanas el director nacional de epidemiología en Cuba, doctor Francisco Durán García, al ofrecer el parte diario del COVID-19 ha dado paso a la nostalgia en una isla en donde se han reportado por encima de los 800 casos diarios e incluso hasta 1 mil en las últimas semanas, demostrando la incapacidad de los comunistas para ejecutar medidas sanitarias efectivas que frenen los contagios.
Se confirmaron 1044 nuevos casos de #COVID19, para un acumulado de 28636.
5445 casos activos
5387 evolución clínica estable
31 pacientes en estado crítico
27 pacientes en estado grave
218 fallecidos (2 en el día)
22921 pacientes recuperados
2 evacuadoshttps://t.co/z5bmqd7vCb pic.twitter.com/87Ere3BsGh— Ministerio de Salud Pública de Cuba (@MINSAPCuba) February 2, 2021
Un artículo que reseña el diario oficialista Tribuna de La Habana menciona esta situación de “cuando 90 casos eran un escándalo” tomando en cuenta que, hace casi un año la realidad era muy distinta con respecto al COVID-19 en Cuba. “Recordaban la alarma generalizada cuando el doctor Durán anunciaba 40, 60 y hasta 90 positivos a la COVID-19. Y pareciera que las anécdotas son de hace cinco años, cuando en realidad solo han transcurrido 11 meses desde el caso uno”, precisa el artículo que nace de un “estado de WhatsApp” que colocó una colega de la autora.
Actualmente el panorama epidemiológico no es nada alentador en las calles de la isla, especialmente de La Habana, se puede apreciar que, el virus seguirá expandiéndose si el régimen castrista más allá de culpar a los cubanos por su “irresponsabilidad” por no cumplir las medidas ante la COVID-19 en Cuba, se dedica a aplicar protocolos que si funcionen sobre todo en los aeropuertos para evitar que se siga importando el virus y paguen las consecuencias los ciudadanos de a pie que, al llegar a un hospital de la isla en las precarias condiciones en que se encuentran, tienen pocas probabilidades de sobreponerse ante la enfermedad presentan un estado de salud grave.
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Redacción Cubanos por el Mundo