“Algo se está organizando para mañana” dijo Humberto López en su infame sección dentro del noticiero estatal, acusando a los activistas cubanos Yasser Castellanos, Maykel Osorbo, Héctor Luis Valdés, Esteban López y Luis Manuel Otero Alcántara de una presunta acción “provocadora” en la Plaza de la Revolución de La Habana.
En consecuencia, los agentes represivos de la Seguridad del Estado se dispusieron a impedir a los activistas tan siquiera la salida de sus hogares. El asedio y la decisión de mantenerlos bajo una modalidad de “casa por cárcel”, es la orden del día para este viernes 12 de marzo en La Habana.
Hace solo minutos, el rapero cubano Maykel Castillo Pérez, conocido como Maykel Osorbo, transmitió brevemente el momento en el que se aproxima a él una patrulla de la Seguridad del Estado, que le impide continuar filmando. De momento se desconoce su situación.
De acuerdo al reporte en redes sociales, Héctor Luis Valdés habría sido detenido. Momentos antes había compartido una imagen de funcionarios de la policía de Cuba a las afueras de su residencia. En un post fustigó la injustificada aparente modalidad de prisión domiciliaria. “¿Querían Plaza? Pues de mi parte tendrán Plaza, yo saldré, tengo cosas que hacer y no me da la gana de seguir bajando la cabeza cuando ustedes me dicen que no puedo salir”, dijo Valdés quien ratificó su derecho a salir, sin haber cometido delito alguno.
También reportaron la detención de la periodista María Matienzo cuando salía de su residencia.
En su aparición de este jueves, Humberto López aseguró además que las acciones eran respaldadas desde Estados Unidos por Omara Ruiz Urquiola, acusándola de ser “instigadora para que otros ejecuten”. En cambio, Urquiola aseguró que ella no promovía lo que no pudiera hacer ella misma, replicando que con gusto defendería la libertad del joven Luis Robles, encarcelado injustamente por manifestarse pacíficamente con un cartel.
Actuando como juez y verdugo, Humberto López había adelantado que los activistas cubanos podrían ser detenidos, aun cuando ni siquiera llegó a ejecutarse la supuesta “provocación” en Plaza de la Revolución y aunque así lo hicieran los activistas cubanos, lo descrito no constituiría delito alguno, al menos no en un país donde se respeten los derechos humanos.
“Los derechos tienen límites. De llegar a consumarse esa acción secreta claro que corresponderá actuar a los órganos respectivos”, dijo López.
Redacción Cubanos por el Mundo
