El campocorto cubano José Iglesias huyó de la isla a los 18 años, de una manera fuera de lo común, pero que le permitió ser libre en su camino al éxito.
El joven cubano no se fue en balsas por el mar, sino que planificó su escape del régimen cubano, saliendo de un hotel en un auto, aunque tuvo que pasar 15 horas en la cárcel.
Iglesias, de 31 años, le contó a The Orange County Registrer, que la decisión que en ese momento tomó fue difícil, porque le tocaba dejar a su familia, para salir a otro país a buscar la libertad.
“Cuando tenía 18 años, vine a este país con pantalones cortos y una camiseta y el sueño de ser un jugador de Grandes Ligas. Puse el esfuerzo y la disciplina. Y obviamente, las manos de Dios me tocaron. Y por eso estoy aquí hoy. No podría estar más feliz con todo lo que he hecho en mi vida y la forma en que lo he hecho “, expresó.
El deportista contó que su historia inició un día de verano en Edmonton en julio del año 2008. Su decisión solo la compartió con su padre, quien lo apoyó.
Explicó que durante un viaje a Canadá con la selección de Cuba, planificó una estrategia para escapar, junto con el lanzador Noel Argüelles y la ayuda del padre del otro joven, que ya había desertado en 1994.
José Iglesias contó que un día salieron del hotel de Edmonton sin decir a donde iban, en un automóvil que los recogió y se fueron decididos a cruzar la frontera en Montana, hasta que fueron detenidos por las fuerzas del orden.
Aunque la salida de Cuba del beisbolista no fue tan traumática como la de otros cubanos balseros, igualmente tuvo momentos difíciles, como las quince horas que pasó en una cárcel de Montana por cruzar la frontera, sin documentación legal.
“Empecé a llorar. ¿Por qué hice esto? Fue un momento difícil. Fue un momento muy duro. Pero terminó en 15 horas y valió la pena ”, dijo José Iglesias.
Además contó que paso la noche en una celda sin cama, porque las autoridades de esa zona no estaban preparadas para atender casos de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, pero sus dificultades duraron poco tiempo porque después fue liberado.
Después de estar en Estados Unidos todo comenzó a fluir para el beisbolista, se ganó el cariño de la gente y demostró su talento y entrega al deporte.
En territorio norteamericano José Iglesias encontró el apoyo de un agente que lo ayudó a entrar en el béisbol profesional.
En el año 2009, los Medias Rojas de Boston le ofrecieron $ 8.25 millones para jugar en su equipo, incluido un bono por firmar de $ 6 millones. En el 2011 llegó a las ligas mayores con el mismo equipo.
Posteriormente, José Iglesias pasó a ser parte de los Tigres de Detroit, después a los Rojos de Cincinnati y a los Orioles de Baltimore, quienes lo canjearon a los Angelinos.
Los Angelinos se adueñaron de Iglesias después de su mejor temporada ofensiva en la que bateó .373 con un OPS de .956, sin embargo durante esta temporada tuvo una serie de lesiones que lo limitaron en el campo.
José Iglesias entró para reemplazar a Andrelton Simmons, conocido como el mejor campocorto defensivo del béisbol, pero el desempeño del cubano ha dejado ver a los Angelinos que tomaron una gran decisión.
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— MLB (@MLB) March 7, 2021
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El jugador cubano ahora es ciudadano estadounidense y formó a su familia en ese país, aunque no deja de extrañar a su gente y todo lo que dejó en Cuba.
“La palabra ‘libertad’ nunca ha sido la que usarías (en Cuba) . Ojalá eso cambie para aquellos que tienen el sueño de jugar en las grandes ligas o simplemente dejar esa vida difícil. Las familias solo luchan por poner comida en la mesa. Es duro. Las familias pasan por mucho. Ojalá algún día eso cambie, por el bien de la gente”, expresó José Iglesias.
Redacción Cubanos por el Mundo
