Humberto López, uno de los más despreciados voceros de la dictadura cubana, fue captado “dándole trapito” al auto nuevo que el castrismo le regaló por llenar de mentiras y difamar a la disidencia pacífica en Cuba. Las fotografías fueron publicadas por el opositor cubano Eliécer Ávila, líder de la plataforma Somos+.
Ávila le pregunta a López “¿quién es el vendido?”, puesto que este recibe “regalos” por parte de la dictadura por montar los nefastos y repudiables shows en la televisión cubana.
“Me acaban de llegar estas fotos de Humberto echando gasolina y dándole trapito al carro 0 km que le acaban de dar… entonces ¿Quién es el vendido? HP y el pueblo a pie en la miseria”, escribe Ávila junto las fotos de Humberto López y su auto cero kilómetros.
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Y es que mientras Humberto López habla de socialismo, igualdad y de cómo los que integran la oposición cubana son unos “vendepatria” por querer sacar a Cuba del hueco en el que se encuentra, él pasea por las calles del país con su auto nuevo, evitando hacer colas para las guaguas.
“Pero qué clase falta de respeto Dios mío y la gente no acaba de darse cuenta solo los que rinden son premiados basta ya”, dice una cubana en los comentarios.
Las fotografías han generado un enorme repudio en las redes sociales entre los cubanos que sufren las adversidades de vivir bajo el sistema opresor que Humberto López se empeña en defender a cambio de un auto nuevo.
“Ganarse el odio de todo un pueblo por un auto chino que cuesta menos de $20 mil dólares. Cońo, millones de personas en el mundo tienen autos mejores sin venderle el alma al diablo….solo doblando el lomo”, afirma otro comentarista.
El último show de Humberto López para justificar su auto
Y es que Humberto López se ha empeñado en armar semejantes shows en la Tv cubana para seguir agradando a sus amos comunistas. El más reciente fue el descubrimiento de una supuesta célula terrorista en Cuba que tendrían planeados atentados contra diferentes locales comerciales y dirigentes del país.
Esta nueva mentira del López busca profundizar su campaña de descrédito contra la disidencia pacífica, aunque los cubanos ya no creen en estas teorías conspirativas, gastadas y repetitivas del castrismo.
Redacción Cubanos por el Mundo