Una muestra más de cómo la presión popular tiene temblando al régimen comunista de Cuba. Este martes en horas de la mañana, una pescadería ubicada en las calles San Lázaro y Soledad, en Centro Habana, La Habana, comenzó a ofertar langosta, picadillo de res, pargo y jamonada, alimentos que llevaban meses desaparecidos y como por arte de magia, retornaron para la venta al pueblo.
Este evento generó asombro y por supuesto largas colas. El portal 14ymedio, reseñó el evento y uno de sus periodistas logró hablar con algunos cubanos que estaban en cola esperando poder comprar estos alimentos desaparecidos.
“Qué cantidad de cosas sacaron”, dice Marcelo, un anciano cubano que vive frente al comercio. “Normalmente aquí lo único que sacan son unas croquetas malísimas, que tienen mucha harina y poco pescado. Hace tiempo no vendían nada que valiera la pena”, dice.
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Sin embargo, dice que los precios siguen siendo algo “prohibitivos” ya que el kilo de langosta está por encima de los 219 pesos.
“La langosta que trajeron no es de buena calidad, pero ya se está acabando porque la necesidad es mucha. Ha volado”.
Otra cubana identificada como aurora, residente de Cayo Hueso, asegura que todo esto es para “tratar de calmar a la gente” que salió a protestar el pasado 11 de julio de 2021.
“En estos días han aparecido a la venta productos que hace tiempo no se veían y, claro, todo el mundo se pregunta si eso estaba en los almacenes por qué no lo vendían, si hacía falta tirarse para la calle para que abastecieran”.
Las protestas populares han generado una respuesta por parte de la dictadura, quienes incrementaron el abastecimiento de productos en los comercios, dejando en evidencia que la escasez no es culpa del embargo o de las sanciones, sino del propio castrismo.
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Las protestas también han logrado que se instalaran más ferias agrícolas en diferentes barrios de La Habana como La Lisa, El Cotorro y El Cerro, donde las manifestaciones fueron más intensas.
“Recuerdo una vez que en mi barrio hubo apagones varios días y la gente empezó a pintar carteles y a tirar botellas por los balcones: nos vendieron latas de carne, pastas, dulces y hasta cerveza. Aquello era cuando Hugo Chávez mandaba mucho petróleo, pero ahora estamos en tiempos de vacas flacas”, ironiza un cubano.
Redacción Cubanos por el Mundo