El sucesor de la dictadura cubana, Miguel Díaz-Canel visitó la casa de una santera afrocubana que defiende al castrismo en el barrio Güinera en el municipio Arroyo Naranjo de La Habana.
El puesto a dedo estuvo en la vivienda de la santera durante el recorrido que hizo este viernes en ese reparto que fue escenario de las manifestaciones pacíficas en contra del régimen castrista que iniciaron el pasado 11 de julio.
A través de los medios oficiales de la dictadura y en las redes sociales se difundió una imagen en la que aparece Díaz-Canel con la afrocubana vestida de blanco, quien aparentemente realizaba unos rezos a sus santos, al parecer en favor del dictador cubano. La santera tenía en sus manos un objeto religioso que inclinaba ante un cráneo de un buey rodeado de ofrendas.
No obstante, en las redes sociales se informó que, esta santera afrocubana que defiende a la dictadura castrista es mantenida por sus hijos “jineteros” que están en Italia, lo cual demuestra la doble moral de la que viven la mayoría de los comunistas dentro de la isla que se mantienen gracias a las dádivas que reciben de sus familiares en el exterior mientras ven como el pueblo cubano de a pie muere de hambre.
Asimismo, en las imágenes publicadas por los medios castristas, se le observa a esta mujer de tez negra acompañando al puesto a dedo en el recorrido que realizó por el mencionado reparto.
El intento de Díaz-Canel de limpiar su imagen tras protestas en Cuba
Cabe mencionar que, los titulares de la prensa castrista este viernes resaltaban la visita de Díaz-Canel al reparto La Güinera en La Habana como parte de los “recorridos” que ha venido haciendo el dictador en los barrios cuyos habitantes salieron a las calles en julio reclamando libertad y un cambio de sistema.
“Amanece Díaz-Canel en la barriada La Güinera, del capitalino municipio de Arroyo Naranjo, para establecer intercambio con las autoridades, actores locales y la población sobre el proceso de transformaciones que se emprende en la comunidad”.
Aseguró la cuenta de Twitter de la “presidencia de Cuba”.
De esta manera, el puesto a dedo intenta limpiar su imagen, ya que busca hacer creer que cuenta con el “respaldo del pueblo”, lo cual quedó completamente desmontando durante las manifestaciones pacíficas que iniciaron el 11J en las que la mayoría de los cubanos exigieron su renuncia.
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Redacción Cubanos por el Mundo