El colapso hospitalario en Cuba y la escasez de medicamentos ha obligado a los médicos cubanos a tomar decisiones difíciles, como el hecho de tener que intubar a los pacientes graves o críticos con COVID-19 sin sedantes.
El diario digital 14ymedio, relata las vivencias de un médico cubano que trabaja en un hospital de La Habana y que cuenta como a diario se deben realizar intervenciones sin ningún tipo de delicadeza por falta de medicamentos.
“Imagínate que te abran la boca a la fuerza para meterte un tubo por la garganta y todo esto sin sedante”.
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El galeno asegura que su experiencia con pacientes positivos para COVID-19 ha sido “traumática”, ya que en los colapsados hospitales no hay oxígenos, medicamentos o protección para el personal sanitario.
“Es una tortura, incluso el paciente puede fallecer en todo ese proceso porque si se complica la intubación se muere por la hipoxia”, agrega.
14ymedio afirma que no se trata de un “caso aislado”, sino que testimonios parecidos se repiten a lo largo y ancho de Cuba.
El diario digital asegura que actualmente hay escasez de sedantes como el midazolam, el propofol, el atracurio o el pancuronio, por lo que los médicos deben “tomar la difícil decisión” de intubar a un paciente sin estos medicamentos para calmar el dolor.
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“Es terrible, muy preocupante todo esto de la escasez de sedantes. Hay muchos pacientes ventilados ahora en el país y es una situación éticamente muy compleja, estás ante el dilema de o lo intubo para intentar salvarlo o no lo intubo y se muere”, explica un médico de Cienfuegos.
Detalla que si bien hay pacientes que “colaboran” para la intubación sin sedante, hay otros que deben ser sometidos para poder salvarles la vida.
“Hay pacientes que están tan mal que hacen solo una mínima resistencia pero hay otros que no, hay otros que tenemos que aguantarlo, abrirle la boca, a veces hay hasta dientes partidos, a veces sobreviven, a veces no”, lamenta otro doctor de La Habana.
Otro de los problemas que enfrentan es que al no esta sedados, los pacientes crean lo que se conoce como “disconfort ventilatorio”, que es cuando la persona se resiste a recibir la ventilación artificial y se “faja” con el ventilador.
“Eso provoca que la frecuencia ventilatoria del paciente va por un lado y la del ventilador por otro”. Precisa que “si estuviera sedado la frecuencia del paciente sería la misma del ventilador y se puede lograr una respiración mejor porque de lo contrario no se logra el objetivo que es ventilar bien al paciente”.
Redacción Cubanos por el Mundo
