El Tribunal Municipal de San José de las Lajas, Mayabeque condenó este martes a 10 años de cárcel al ciudadano cubano Roberto Pérez Fonseca, quien rompió el pasado 11 de julio durante las protestas un cuadro del dictador mayor de Cuba, Fidel Castro.
“Roberto fue sentenciado a 10 años de cárcel por manifestarse el #11J. Él sí marchó, sí le gritó cosas a los policías y fue líder, pero no tiró piedras. Le dijeron a mi madre que a él lo quieren meter preso por romper el cuadro de Fidel”, dijo su hermano, Alberto Ortega Fonseca a Cubalex.
Según la información suministrada por Alberto Ortega Fonseca, hermano de Roberto, el régimen castrista condenó al manifestante por los supuestos delitos de atentado, desacato, instigación a delinquir y desorden público.
Para condenar injustamente a este ciudadano cubano, las autoridades castristas alegaron que, Pérez “agredió” con piedras y botellas a agentes de la PNR en San José de las Lajas el pasado 11 de julio.
Para Alberto Ortega, su hermano recibió tan vil sentencia por destruir en público el cuadro del dictador mayor, Fidel Castro.
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— Cubalex (@CubalexDDHH) October 19, 2021
Roberto fue sentenciado a 10 años de cárcel por manifestarse el #11J
"Él sí marcho,sí le grito cosas a los policías y fue líder, pero no tiró piedras. Le dijeron a mi madre que a él lo quieren meter preso por romper el cuadro de Fidel” (Testimonio de su hermano) pic.twitter.com/LyKhDDtD2L
Roberto Pérez fue detenido cinco días después de las protestas del 11J
Mediante una entrevista al portal web ADN Cuba, Ortega Fonseca afirmó que, su hermano nunca agredió a los oficiales de la PNR. “Es la palabra de los policías contra la de los testigos y la de mi hermano. Obviamente, la que cuenta es la de ellos porque la orden de juzgarlo viene ‘de arriba’, esto es un escarmiento y ni siquiera hicieron bien los procedimientos judiciales”, agregó.
Cabe destacar que, Roberto Pérez Fonseca fue detenido el pasado 16 de julio por una veintena de policías para ser llevado a la prisión de municipio donde reside, de donde fue trasladado posteriormente a la cárcel de Quivicán, a donde llegó contagiado con la COVID-19.
Para Ortega, el hecho de que su hermano este preso y no pueda ver crecer a su hijo de dos años “es una injusticia, no solo lo que hacen con él sino con todos los muchachos acusados falsamente como escarmiento por salir a protestar”.
Luego de las protestas históricas en Cuba el pasado 11 de julio, se han contabilizado más de 1 120 personas detenidas, de las cuales más de 500 siguen estando tras las rejas.
Redacción de Cubanos por el Mundo.