Una sucia y cobarde movida es la que pretende ejecutar el castrismo durante la Marcha Cívica por el Cambio, convocada para este 15N, utilizando a los menores de edad como escudo para la movilización de manifestantes pacíficos en Cuba.
Justamente esta semana se informó sobre la decisión de la dictadura de Cuba de retrasar una semana el curso escolar y activar un llamado “Plan de la Calle”, con el objetivo de que coincida con la marcha por la libertad.
Aunque el pasado 31 de agosto las autoridades de educación en la isla habían manifestado que el curso comenzaría el 8 de noviembre, el reinicio de actividades escolares fue movido para el 15N, una “casualidad” que busca amedrentar a los participantes de la protesta antillana.
El llamado del castrismo comprende una serie de actividades destinadas a niñas y niños en lugares públicos de toda la isla. Además del regreso a clases, también hablaron de concentraciones infantiles en las principales plazas y parques de la nación.
“El 15N abrirán las escuelas del país para que nuestros hijos más pequeños reinicien presencialmente el curso escolar”
plasmó el portal Cubadebate en una publicación de este jueves
Plan de la calle para los niños el 15N ? Estos delincuentes van a poner hasta a los niños de contra marcha ? Que más estarán dispuestos a hacer para evitar lo inevitable ? #SOSCuba 👇👇👇 pic.twitter.com/0DpEccvDQw
— Manuel Milanes (@mmpizonero) October 21, 2021
Régimen busca impedir la marcha del 15N por todos los medios
Basándose en que los pequeños “son los que más han sufrido en la pandemia”, el régimen pretende movilizar a los niños a como dé lugar para impedir la manifestación convocada por el Grupo Archipiélago.
“Ese será un día de alegría para ellos, un día de reencuentro y de libertad (aunque responsable), un día que ansían nuestros niños y sus familias”
indicó el aparato propagandista del régimen
La cúpula castrista ya no oculta su desespero y temor ante la inminente realización de la marcha del 15N, buscando excusa tras otra para suspender, desaprobar y ahora encarcelar a los convocantes de la protesta pacífica.
Primero se declaró un supuesto día festivo para justificar la militarización de las calles para el 20 de noviembre (fecha original de la manifestación). Aunque después adelantada, el régimen saltó con una prohibición para ejecutarla en varias provincias. No obstante, ante la firme decisión de continuar con la marchar, el castrismo no ha tenido más remedio que amenazar directamente a los ciudadanos que planean movilizarse pacíficamente con banderas blancas.
Redacción Cubanos por el Mundo