La mal llamada “potencia médica” de Cuba volvió a cobrar la vida de un ser humano. Una mujer denunció a Cubanos por el Mundo que su madre, diagnosticada con COVID-19, falleció por negligencia médica en el Hospital Calixto García de La Habana.
En el relato que llegó a esta redacción, la mujer cuenta que su progenitora llegó de emergencia al recinto hospitalario con una falta de aire alarmante, y ni siquiera le fue realizada la prueba contra el coronavirus.
Asimismo, indicó que los galenos del Calixto García la intentaban estabilizar siempre con aerosol, pero que nunca le dieron el medicamento Rocephin porque le indicaban que en ese hospital supuestamente no lo había. Es importante indicar que dicho medicamento es un antibiótico que trata las infecciones bacterianas como la neumonía.
“En toda La Habana, en las calles está el medicamento a sobreprecio, medicamento que solo deben tener los hospitales. Necesito hacer justicia y que se entere el mundo”,
dijo la hija de la víctima.
Trascendió que la fallecida estuvo alrededor de dos semanas, luchando por su vida ante la ineficiencia de la “potencia médica” de la que tanto presume la dictadura.
Durante aproximadamente 13 días ingresada en el hospital de la capital cubana, siempre estuvieron aplicándole el aerosol para su falta de aire. No fue hasta el día 14, cuando la enfermedad estaba avanzada, que le practicaron la prueba PCR.
El resultado, efectivamente, dio positivo, pero era demasiado tarde: el mortal virus ya había recorrido todo su cuerpo y, lamentablemente, el desenlace fue el más cruel, mismo que cabe destacar, se pudo haber evitado de no ser por la incompetencia de quienes supuestamente deben “velar por la salud” de las personas dentro de la mayor de las Antillas.
“Mi madre era una santa, una buena mujer, y me la mataron lentamente”.
Se lamentó la doliente.
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Redacción de Cubanos por el Mundo