La madre cubana del preso político Aníbal Palau, uno de los tantos manifestantes del 11J secuestrado por el régimen, denunció en las últimas horas estar siendo acosada por esbirros represores de la Seguridad del Estado.
Se trata de Layda Yirkis Jacinto quien, a través de un video difundido en las redes sociales, informó sobre la violación de derechos contra su persona, al mismo tiempo que dejó saber que su hijo menor -quien la acompaña- en el video, está siendo amenazado por esclavos de la dictadura.
“Están amenazando a mi hijo menor de edad, de 17 años, por yo no presentarme a la PNR de mi municipio”,
dijo la madre cubana.
Cuba no sólo encarcela por decenas de años a jóvenes manifestantes. Además persigue con con citaciones y amenazas a sus padres, que ya sufren un calvario
Qué clase de seres humanos dirigen #Cuba?
Paren ya a sus hordas
Layda Yirkis, madre de Aníbal Yasiel Palau Jacinto#SOSCuba pic.twitter.com/Vx6sj6MFR1— Prisoners Defenders (@CubanDefenders) April 11, 2022
Según contó la misma Layda, ella se encontraba fuera de su casa a tempranas horas de la noche, cuando agentes de la policía llegan al inmueble. Su hijo, que en ese momento dormía, fue despertado por los esbirros.
“Yo me despierto y vienen dos oficiales en una moto y me dijeron que tiene que estar ahí (en la estación policial) antes de las 8:30, porque si no…”, fue el testimonio del joven tras recibir la amenaza.
Ante el comentario de los represores, el joven les preguntó si tenían, al menos, algo que corroborara la citación a su progenitora. Acto seguido, con su habitual cinismo, rompieron una citación a la mitad y la entregaron al adolescente.
Como respuesta, la madre cubana del manifestante del 11J aseguró que no iría a dicho interrogatorio, puesto que no tiene ningún motivo para acudir. “A partir de este momento, a PNR de nuestro país los responsabilizó de cualquier cosa que me pueda suceder a mí, y a mi hijo”, finalizó.
Entretanto, cabe recordar que el preso político, Aníbal Palau, fue víctima de brutal represión durante el estallido social del 11J. Posteriormente, fue sometido a torturas, tales como ser golpeado y hasta recibir corrientazos. No obstante, el antillano se mantuvo firme en sus ideales.
Actualmente, permanece recluido en la prisión de Quivicán, donde aún espera una petición fiscal por parte del aparato de injusticia de la tiranía.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
