El preso político Amalio Álvarez, quien fue secuestrado tras las históricas protestas del 11 de julio, y de quien se conoció hace pocos días que recibió una absurda condena de 15 años de cárcel, presenta varias afectaciones en su salud y, como siempre, al régimen castrista esto le importa poco y nada.
Así lo establece la denuncia del activista Marcel Valdés a través de sus redes sociales, indicando que este preso político, actualmente, tiene una abstinencia de alcohol dentro de las mazmorras y que no le están brindando ningún tipo de ayuda psicológica por este motivo.
De igual forma, Valdés informa que Álvarez tiene una inflamación en uno de sus pectorales, lo que llevó a los médicos del recinto penitenciario a manifestar que el afectado debía ser trasladado a un centro médico, ya que podría tratarse de algo sumamente serio. Hasta el día de hoy, eso no ha ocurrido.

“Amalio tiene abstinencia al alcohol y no le están dando ningún tipo de ayuda psicológica. Hace dos meses, tiene una inflamación en una tetilla y en el puesto médico le dijeron que tenían que llevarlo a que lo revisaran al hospital porque podía ser algo serio, y hasta hoy no lo han llevado”, detalló Valdés.
Trascendió, además, que Amalio Álvarez tendría un soplo en el corazón, por lo que tendría que someterse a un electro; por supuesto, tampoco se lo han hecho y la salud del manifestante del 11J se está complicando día tras día.
“Cualquier cosa que le suceda Amalio, hacemos responsable al régimen castrista. Amalio es inocente, como todos los demás presos políticos que están condenados por alzar la voz a favor de la libertad de Cuba”, aseveró el activista
De esta manera, este preso político se convierte así en otra de las tantas personas secuestradas por el régimen castrista que están padeciendo serias enfermedades dentro de las prisiones, que ponen en riesgo sus vidas.
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Redacción de Cubanos por el Mundo