La presa política Angélica Garrido, secuestrada tras las manifestaciones del 11J y quien hace pocos días sufrió un accidente cerebrovascular en la cárcel, envió recientemente un mensaje desde las mazmorras del castrismo.
En un audio difundido a través de las redes sociales, Garrido afirmó estar triste por todo lo que ha tenido que soportar, pero al mismo tiempo sin darse por vencida a pesar de las adversidades.
La presa política también aprovechó para agradecer a quienes en estos últimos días se preocuparon por su estado de salud, el cual encendió las alarmas tras conocerse que había sufrido una parálisis facial, esto producto del estrés generado por los esclavos del régimen dentro de la prisión.
La activista cubana Angélica Garrido, presa política por manifestarse en las protestas del #11JCuba, envía mensaje desde la cárcel.#SOSCuba #LibertadParaLosPresosPoliticosCuba pic.twitter.com/4xqEpDzUSC
— Observatorio Cubano de Derechos Humanos (@observacuba) August 15, 2022
“Estoy triste, más no derrotada. El dolor de mis hermanas es también mi dolor, y he sufrido mucho estrés por las injusticias a las que somos sometidas. Producto de esto, ahora sufro una parálisis periférica facial del lado derecho. Gracias al Señor Jesús que me guardó y no fue tan severa”, dijo.
Garrido dejó saber que, como secuelas de la reciente afectación, padece de “mucho decaimiento, pesadez en la cabeza, y soñolencia”.
De igual forma, pidió a los cubanos no desanimarse en esta lucha por la libertad que se mantiene dentro de la isla, y que, por su parte, seguirá firme como desde el primer día.
“Gracias por preocuparse y no dejarnos en el olvido. Les exhorto a que no se desanimen, mantengo y mantendré mi firmeza. Siempre defenderé los derechos y lucharé en contra de la injusticia. Que Dios les bendiga siempre. Un abrazo desde esta sombra fría”, finalizó.
Como se recordará, la presa política Angélica Garrido fue sentenciada a tres años de privación de libertad por el hecho de, tal y como dijo ella misma, defender sus derechos en aquellas históricas manifestaciones del 11J.
Su hermana, María Cristina Garrido, sufrió un castigo aún más severo y fue sentenciada a siete años de cárcel por el aparato de injusticia de la dictadura.
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Redacción de Cubanos por el Mundo