La crisis es innegable. Tan así, que la prensa oficial reconoce la situación que atraviesa la aerolínea estatal Cubana de Aviación. Una compleja situación que ha obligado a la compañía a reducir drásticamente sus servicios. Las complicaciones van desde dificultades para adquirir piezas de repuesto y contratar personal.
En su mayoría, las reparaciones de los aviones se hacen complejas porque “deben realizarse en el exterior”. También enfrentan la falta de liquidez en las oficinas para la devolución del importe de los boletos de vuelos cancelados.
Según una nota de prensa divulgada por la empresa estatal, la situación que enfrentan es el “resultado de problemas que se han agravado durante los últimos meses, referidos entre otros, a la contratación de piezas de repuesto y reparación de aeronaves”, señala Cubana de Aviación.
Admite que “las cancelaciones y ajustes de itinerarios, obedecen a que actualmente no cuenta con la cantidad de aeronaves necesarias para cubrir la totalidad de los vuelos”.
Pero la situación de los aviones lleva meses andando y respondería además a una realidad: no hay aviones. En abril, el director general de Cubana de Aviación, el capitán Hermes Hernández Dumas, reconoció que la aerolínea no lograba “cubrir toda la demanda que el movimiento de pasajeros requiere”. La compañía se ha ganado la mención como la sexta peor compañía aérea del mundo.
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El pasado martes, Cubana de Aviación anunció que mantendrá sus vuelos desde La Habana a Nueva Gerona, Santiago de Cuba, Holguín y Baracoa, con “ajustes” en los horarios y disminución de frecuencias. Mientras, canceló los viajes a Camagüey, Moa, Manzanillo, Bayamo y Guantánamo.
Fue la primera información oficial sobre los vuelos nacionales desde el desastre aéreo del pasado 18 de mayo, que causó la muerte de 112 personas, mientras una sobreviviente —Mailén Díaz Almaguer, de 19 años— lucha por la vida en el habanero Hospital Calixto García.
Redacción Cubanos por el Mundo
