Desde Rusia, uno de los principales aliados del castrismo, llegaron siete locomotoras nuevas para incorporarse al maltrecho sistema ferroviario del país desde el pasado mes de diciembre. Entrando en marzo, el régimen cubano anuncia su incorporación para ser explotadas en el transporte de pasajeros, carga y combustible, según reseña la prensa oficial.
El arribo de estas locomotoras a Cuba, sin embargo, tendrá como prioridad la carga, destinados a la Unión de Ferrocarriles nacional, detalla Granma. No obstante, informan que están movilizando pasajeros hacia y desde la Zona Especial de Desarrollo Mariel, para el traslado de combustibles de la Refinería de Cienfuegos; de caña y sus derivados (azúcar y mieles); de alimentos destinados al consumo de la población, de cemento, y han asumido las transportaciones especiales de amoniaco y carriles para las vías férreas. Además, una de las locomotoras pretende la reanimación del servicio expreso.
La ejecución de proyectos en el sistema ferroviario de Cuba por parte de Rusia ascendía en 2019 a los 200 millones de euros, reportados en el mes de junio de ese año cuando se informó también sobre el suministro de 45 locomotoras, así como la fabricación de una unidad para su reparación.
En total, Rusia entregaría a la isla al menos 75 de estos, y el proyecto financiado en total por el gobierno de Moscú, estaba valorado en 2 mil 314 millones de dólares. Pero la cooperación vio un revés a finales de 2020 cuando la estatal rusa RZD (Ferrocarriles de Rusia) determinó suspender el proyecto de “modernización” del sistema de trenes en Cuba, por asuntos de liquidez del régimen cubano.
En 2019 se informó también sobre el primer tren armado con vagones procedentes de China en Cuba que realiza el recorrido entre La Habana y Santiago de Cuba.
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Redacción Cubanos por el Mundo
