Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.
Una avioneta de la labores agrícolas esta fumigando el municipio capitalino de la Habana Vieja para destruir los focos del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la fiebre amarilla y el dengue hemorrágico. Este mosquito suele reproducirse en aguas estancadas y limpia, generalmente pica en horas del amanecer y el atardecer.

La aeronave Antonov-2M de fabricación rusa realiza vuelos rasantes en horas de la mañana dejando caer un insecticida de fuerte olor que provoca reacciones alérgicas en la población. Este producto químico ha producido la muerte de animales afectivos por intoxicación.
En la Habana Vieja hay 37 casos de dengue, catorce niños y veintitrés adultos. Los adultos son ingresados en el Hospital Salvador Allende y los niños en el Hospital Pediátrico de Centro Habana. Los síntomas de la temida enfermedad pueden ser dolores en el cuerpo, fiebre, vómito y sangrado de encías y nariz.
La insalubridad en la capital, el desbordamiento constante de fosas albañales, los derrumbes y la falta de higiene están originando la presencia de vectores peligrosos, que obligan a las autoridades a tomar medidas sanitarias de carácter urgente ante el incremento de las enfermedades.