
Luego de 21 años de prohibida la caza de oso negro, Florida volvió a reanudarla el pasado sábado 24 y la tuvo que cerrar solo 48 horas después luego que los cazadores tenían mas de 295 ejemplares muertos. El objetivo, según la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna de Florida (FWC), era solucionar el exceso de población. La pregunta es: ¿existen otras opciones que controle las poblaciones de osos salvajes sin tener que cazarlos?
Técnicamente es probable ya que hace algunos años, se ensayó con éxito el uso de anticonceptivos en osos negros en Dakota del Sur , sin embargo hay que intentarlo en Florida.
El ensayo de Dakota del Sur se encargo de aplica una vacuna anticonceptiva a un grupo de entre 10 y 15 osas en un parque privado. Los resultados de este estudio arrojaron, una efectividad en el 95% de los casos. Es probable que que se pueda implementar este método para los osos de Florida “Aunque el precio de la vacuna es mínimo, la cantidad de tiempo, personal y procedimientos de gestión requeridos para llevar a cabo el programa exitosamente escalan a cifras prohibitivas”, asegura Liu, médico veterinario de la Universidad de California en Davis.
Es factible llevar a cabo este método sin embargo tiene sus complicaciones. Hay que capturar a las osas y retenerlas 3-4 semanas. No vale con dispararles un dardo, porque hay que suministrarles una segunda dosis del anticonceptivo. Además, se debe inyectar a por lo menos un 60–70% de las osas para lograr resultados inmediatos.
Otra cuestión a tener en cuenta es que la población de osos de Florida supera los 3,500 ejemplares. Muchas para buscar por el estado cada año a las hembras que se quiera inyectar el anticonceptivo. Cada año, porque es lo que se estima que dura la vacuna.
“Lamentablemente, debido a razones económicas, no hubo un seguimiento a este estudio para ver si los efectos de la aplicación duraban más de ese tiempo”, comenta Liu. Según el investigador, lo idóneo sería encontrar un anticonceptivo que requiriese una única aplicación y que tuviese un efecto con una duración de 5-7 años. “Desarrollar algo así es muy difícil para los científicos” y aunque “han estado intentándolo por los últimos 15 -20 años, y continúan, no se ha concretado aún”.
Otra opción considerada en otros lugares para el control de las poblaciones salvajes es la esterilización, particularmente en ciervos y caballos salvajes. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Cornell, analiza distintas técnicas para el manejo de osos negros en Nueva Jersey. Entre ellas, se contempla la castración de las osas de mayor edad para no dañar la diversidad genética de la población y dar una oportunidad a las hembras más jóvenes.
Sin embargo, la alternativa es descartada por las complicaciones de logística, seguridad y costos que implicaría realizar este procedimiento quirúrgico a un número tan alto de estos animales salvajes.
Otra alternativa es la reubicación, es decir, el transporte de individuos que generan conflictos con humanos a áreas más remotas. No obstante, la FWC descarta también esta solución. Según Tammy Sapp, representante de esta agencia, “al menos el 50% de los osos reubicados continúan causando conflictos y un 70% de los osos reubicados dejan su nueva área”. Además otro argumento que resulta un tanto sorprendente para justificar la caza de los animales: “la masiva reubicación de osos también implica demasiados riesgos para la seguridad de los osos, atrapar y mover grandes números de osos puede provocarles lesiones”.
“Lo que los osos necesitan es que las personas se comporten mejor”. Para Wendy Keefover, de la organización conservacionista Humane Society de los Estados Unidos, el problema no es que la población actual de estos osos en la Florida sea demasiado grande, sino los humanos que no conocen las reglas básicas para convivir con osos, como no dejar en cualquier sitio comida y basura que los atraiga.
Como alternativa, esta conservacionista pone el ejemplo del parque nacional Yosemite donde asegura que desde que se endurecieron las multas por negligencias que atraen a los osos ya no tienen conflictos como anteriormente sucedía.
No es cuestión de cuantos osos son, lo que realmente es cierto es que muchas de las alternativas que compiten contra la caza de estos mamíferos tienen un gran inconveniente que desconcierta a muchos y es : el costo.