“Si persiguen la masonería, están persiguiendo la historia de Cuba”, afirmó Ernesto Zamora, diputado gran maestro de la Gran Logia de Cuba.
Y es que según apuntó Zamora, los grandes próceres independentistas de la isla como Carlos Manuel de Céspedes, el padre de la patria, Máximo Gómez o Antonio Maceo pertenecieron a la masonería donde se forjaron como luchadores por la independencia de España, según reseña la agencia EFE.
Recientemente incluyeron en esta lista al “héroe nacional” José Martí por encontrar archivos de la Logia Fernandina de Jagua, en la ciudad cubana de Cienfuegos, que lo reconocía con el grado de “maestro masón” junto con su firma, corroborada por el análisis grafológico y con los tres puntos en forma de triángulo que confirma su afiliación masónica.
Posibles razones
José Ramón Viñas, soberano gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 en Cuba, aseguró que la masonería ha estado presente en todos los eventos culturales y políticos del país como la lucha por la independencia y todas las figuras relevantes de la historia cubana han sido masones.
Pero pese al importante papel de masonería, la Revolución la recibió con frialdad. Y es lógico que fuese así puesto que la misión fundamental de la masonería es “disipar la ignorancia, combatir el vicio e inspirar el amor por la humanidad”, valores que no colisionan con la política muchos países, pero sí en Cuba.
La institución tiene por norma no inmiscuirse en asuntos políticos, “respetar gobierno y el sistema en el que se encuentran”. Sin embargo hace siglo y medio, cuando la masonería llegó a Cuba, las logias eran más que instituciones filantrópicas y fraternales: fueron foros políticos que difundieron el tríptico de “libertad, igualdad y fraternidad” de la Revolución Francesa e impulsaron una acción política en ese sentido.
Ramón Viñas, presidente de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos, informó que con todo el trabajo de la masonería en la Isla vino la libertad.
“Con ellos los pensamientos libertarios de los próceres cubanos masónicos vino una corriente de librepensamiento que despertó los anhelos de libertad de muchos cubanos”, contó
De allí que modesta, pero contundentemente el régimen incluya a la institución en la lista de todo lo que hay que atemorizar y someter.
Sobrevivir
En pleno siglo XXI y luego de 60 años de revolución comunista, la masonería tiene el reto de atraer nuevas generaciones y renovar la misión de esa institución fraternal secreta, que ha cumplido 158 años de historia en Cuba.
Actualmente hay en Cuba alrededor de 27 mil 200 masones repartidos en 320 logias en toda la isla, donde todos los municipios tienen al menos una de ellas.
La cifra refleja una paulatina recuperación pero con altibajos: de los 34 mil 600 masones que había en Cuba antes de la Revolución, en los años posteriores quedaron sólo 13 mil 200, ya que muchos huyeron del país por temor a ser perseguidos por pertenecer a esa sociedad secreta que escondía poderío económico.
Redacción Cubanos por el Mundo
