La organización Human Rights Watch presentó su Informe Mundial 2018 sobre la represión, donde afirma que en Cuba, el régimen no se detuvo en sus actos represivos contra la disidencia pacífica de la Isla.
El organismo expresa que la cantidad de detenciones arbitrarias contra periodistas y opositores fue menos que en 2016, pero aún ve con preocupación la escalada de violaciones contra los derechos fundamentales de los ciudadanos.
El reporte consigna que el régimen sigue usando otras tácticas represivas, tales como golpizas, denigración pública, restricciones de viaje y despidos.
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Destaca las detenciones arbitrarias de activistas opositores como las Damas de Blanco, Eliécer Ávila y los miembros del Comité de Ciudadanos Defensores de los Derechos Humanos que protestaron el 26 de julio en la catedral de Santiago de Cuba, así como las de periodistas independientes como Henry Constantín y Sol García Basulto.
También toma nota del encarcelamiento, por ejercer sus derechos de libre expresión, de decenas de miembros de la Unión Patriótica de Cuba y del doctor Eduardo Cardet, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación.
Destaca la sobrepoblación de las prisiones y la indefensión de los reclusos, que sólo pueden acudir a huelgas de hambre para reclamar sus derechos.
El informe 2018 de Human Rights Watch también expone la situación de los derechos laborales en Cuba, la amplia discrecionalidad aplicada por el gobierno en relación al derecho a viajar legalizado por la reforma migratoria del 2013, y la frágil situación de los defensores de los Derechos Humanos; y también estudia el papel de actores internacionales clave como Estados Unidos, la Unión Europea, los países latinoamericanos y los mecanismos de derechos humanos de la ONU.
Redacción Cubanos por el Mundo