Mucho se ha dicho sobre la injerencia cubana en Venezuela y de su poderío en el panorama político del país petrolero. Pero las sanciones impuestas al régimen venezolano al parecer sólo benefician al castrismo, que rodea a la nación conforme esta se va aislando del mundo.
El periodista Juan Claudio Lachín, sugiere en su artículo de opinión que la comunidad internacional está cometiendo con Venezuela los mismos errores que tuvieron con Cuba. Algunos que hoy son detractores de Nicolás Maduro, antes le rendían tributo a Hugo Chávez y a su proyecto destructivo.
“Este tácito bloqueo solo ayuda al proyecto castrista de aislar a Venezuela y secuestrarla. Como occidente no anticipó ni frenó (salvo Uribe) a esta dictadura monstruosa y, más bien, halagó a Chávez y al primer Maduro, entonces, hora se deshace en alharacas sin efectividad”.
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Y para llevar a cabo su cometido, el castrismo está aplicando las mismas políticas que el difunto dictador Fidel Castro, violencia, escasez y migración en masas.
“Si el diagnóstico es el primer acierto, no se menciona que en Venezuela se está aplicando la misma receta que usó Fidel Castro para secuestrar a Cuba, hace 50 años. Las mismas políticas de Estado: violencia callejera, cortes de luz y agua, y falta de artículos de primera necesidad provocaron, en ambos casos, migraciones forzosas, de entre el 5% y 8% de sus poblaciones”.
Nicolás Maduro por su parte, parece estar siguiendo al pie de la letra los pasos del antiguo dictador cubano. Cuba salió de la OEA en 1962, Venezuela lo hizo el años. Para este tipo de regímenes comunistas, la comunidad internacional no es algo que les quite el sueño, sólo la utilizan cuando les es beneficiosa.
“Los venezolanos de a pie van del descreimiento al milagro. No creyeron en el fascismo de Chávez, en la infiltración cubana, que son colonia de la isla y se miran el ombligo local cuando los atenaza un modelo global. Esperaron un golpe militar que no llegó y una invasión extranjera que tampoco llegará”.
El periodista sugiere además, que el verdadero enemigo no es Maduro, o Estados Unidos, ni siquiera Juan Manuel Santos. El enemigo es Raúl Castro y su régimen cancerígeno, que intenta secar Venezuela a como de lugar, para siempre tener un aliado mendigo, pero que los suficientemente poderoso para hacerle frente su enemigo eterno.
“Quizá sea hora de dejar el ensueño, la banalidad y las victorias pírricas contra Maduro, un simple títere. Sin el sacrificio y la organización de los propios venezolanos para derrotar a la Cuba de los Castro, local e internacionalmente, no rescatarán su país”.
Redacción Cubanos por el Mundo
