Un momento de juego y diversión se convirtió en una verdadera pesadilla para el pequeño Guido Mantilla, en un vecindario de Las Vegas, Nevada. El menor de 10 años casi pierde la vida tras el ataque de dos perros de la raza pitbull, que se encontraban en el patio de un vecino y le desfiguraron el rostro. Según Telemundo51.
“Esto es lo peor que hemos podido vivir en nuestras vidas”, dijo desde el hospital donde sigue internado su hijo, Guido Mantilla, padre de la víctima.
El niño hispano continúa hospitalizado desde el pasado domingo 11 de marzo, cuando se registró el terrible ataque que le dejó desfigurado el rostro y le ocasionó heridas en otras partes del cuerpo.
Los padres de Guido, indignados por el accidente demandarán a su vecino, con el que aseguran tenían una excelente relación desde hace seis años.
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Cómo ocurrió
Según el relato familiar, el niño estaba jugando en la casa de un vecino. El padre de Mantilla pidió al padre de su amigo que no los dejara jugar con los perros, que permanecían separados por una reja. Ante la petición el vecino le respondió “Guido tu puedes confiar en mí”, así que los dejó sin mirar atrás.
Sin embargo, de alguna manera los menores terminaron jugando junto a los perros y el juego terminó en tragedia.
“Dice mi hijo, de 10 años, que en cuanto salí, el señor se giró y lo miró diciendo: olvídate de lo que dijo tu papá, cerró las rejas de afuera y abrió las rejas de los perros”, contó Mantilla.
Mientras que su hijo asegura que otro vecino salvó su vida al escuchar sus gritos.
“Fui atacado por los perros, pero Will me salvó”, dijo el niño.
Cicatrices de por vida
Los médicos que atienden al niño aseguraron que probablemente tenga visibles cicatrices en el rostro de por vida.
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Hasta el momento la policía local no ha hecho arrestos en relación al caso, que está siendo investigado por las autoridades de control animal del condado Clark.
Los padres aseguran que demandarán al vecino implicado, quien fue responsable del ataque y que es el dueño de los perros.
“Aquí no se está hablando de aseguranza, de ganar dinero. Se está hablando de justicia, porque si estos dueños entrenan a los perros para que maten, para que muerdan, para que ataquen, tienen que ser responsables también”, aclaró el padre del niño.
Redacción Cubanos Por El Mundo
