Faltaban pocas horas para que lo subieran a un avión y se cumpliera la orden de deportación, pero ocurrió el milagro.
El cubano Rudy Blanco no sería devuelto a Cuba porque anularon una sentencia hecha por un juez en 1990, según el canal WCTV.TV.
Lo habían condenado por narcotráfico y mientras estaba detenido le habrían informado que sería deportado.
“Solo diez horas de distancia. Yo iba a estar en un avión de regreso a Cuba. Iba a ser deportado”, declaró en ese momento Blanco.
Pero en agosto del 2017 tras la decisión del un juez del condado Monroe, Blanco fue liberado del Centro de Detención Krome en Homestead, en el condado Miami-Dade, y regresó a Tallahassee donde reside.
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De acuerdo al fallo del juez que anuló la condena ya no había base legal para que el Servicio Inmigración y Control de Aduanas (ICE) procediera, pero le costó casi un año para que pudiera andar por Estados Unidos con libertad.
Gisela Rodríguez, abogada defensora, presentó una moción para terminar el proceso de deportación contra su cliente inmediatamente después de que se anulara su condena.
Sin embargo, le tomó algo de tiempo al Departamento de Seguridad Nacional tramitar la solicitud.
Luego de todo un procedimiento la Corte de Inmigración de Orlando aprobó la moción esta semana.
Resultado
Cuando se le presentó la acusación por narcotráfico, Blanco no disputó el cargo, lo que se traduce para la Ley de Inmigración en una condena.
El cubano huyó de la isla junto con sus padres y una hermana durante el éxodo del Mariel en 1980 y arribó a Cayo Hueso, para luego establecerse en Miami, donde vivían su abuelo y unos tíos.
Tuvieron que vivir bajo un puente por un año mientras reunían suficiente dinero para pagar un apartamento pequeño.
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Blanco que ahora puede quedarse en Estados Unidos como un residente permanente legal, planea solicitar la ciudadanía.
Redacción Cubanos por el Mundo
