La decadencia de la administración estatal está bien representada en el cementerio de guaguas del kilómetro 8 de la Carretera Central, en Santiago de Cuba.
Un gran número de unidades adquiridas por el estado llevan años arrumadas en un parqueadero oficial a la espera de su reparación pese a que la crisis del transporte público se recrudece en todo el país, aunque en principio, muchos de los ómnibus parados sólo requería una pieza para su reincorporación.
“Tenemos un cementerio de guaguas paradas rusas, chinas, modernas, articuladas… enganchadas sobre burros, un desastre. Guaguas que pararon por falta de una pieza y, cuando llega el repuesto, están ‘canibaleadas’ porque les sacan otras piezas para ponérselas a otros ómnibus, o porque la venden para la calle”, explica un funcionario de la base Serrano a Diario de Cuba.
Mientras tanto, los cubanos “se fajan” en las horas pico para conseguir lugar en algún medio de transporte, público o privado, lo que sea que les permita llegar a sus destinos. Muchos deben sufrir los precios especulativos de transportistas que se aprovechan del caos para duplicar sus servicios, que se suma a la lucha diaria de los ciudadanos por su sobrevivencia en la Isla.
“La falta de guaguas existe desde que tengo uso de razón. Hoy falló el camión de mi trabajo y cuando eso pasa hay que tirarse para la calle y coger lo que aparezca. En mi caso estoy obligada con la guagua porque es lo único que llega allá, por eso hago la cola, pero cuando aparece la guagua es la ley del más fuerte”, explica Elina, de 56 años, trabajadora de la tabaquería Celia Sánchez a la espera de la ruta 24.
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Canibalismo y corrupción
Según algunos choferes, una de las causas que agrava el problema es el “canibalismo” automotor, el cual consiste en que una vez averiados los buses, se toman sus piezas para reparar otras guaguas y cuando llega el repuesto que le faltó en un principio, ya la unidad de transporte está carente de muchas otras.
Mientras que Michel, chofer, cree que el principal problema relacionado con la transportación obedece a la falta de piezas de repuesto y la corrupción.
“Todo está diseñado para decir mentiras, porque a veces existen las piezas y no se asignan a las bases. Mira cuantas guaguas rotas en espera de piezas hay en la base del km 8 de la Carretera Central”, aseguró.
Anarquía
Cada día, desde las 7.00 am, la Avenida las Américas es testigo de las interminable filas que se hacen en las paradas del transporte público, a la espera de camiones, camionetas, carros y motos, que ante la falta de los articulados estatales, se convierten en la única opción cuando éstos pasan llenos o no pasan.
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Según información del dirigente de Serrano, la planificación impuesta por la Dirección Provincial de Transporte divide la circulación de los articulados en “turnos enteros y partidos” para cubrir el déficit de guaguas en las diversas rutas. Por ahora, esa, y la compra de nuevos vehículos, es la única solución que los mediocres dirigentes en la materia alcanzan a ver en medio de tan grande responsabilidad.
Redacción Cubanos Por El Mundo