Cuba en la actualidad solo produce el veinte por ciento del total de gas licuado necesario, según informó Lucilo Sánchez Aquino, director de combustibles domésticos de la Unión Cuba Petróleo.
El ochenta por ciento restante, obligatoriamente debe ser importado, hecho que dificulta aún más su suministro, además de encarecer sustancialmente los costos.
“Las condiciones actuales donde las refinerías nuestras han estado limitadas por falta de crudo, solo con la producción se lleva al veinte por ciento del total de consumo”, explicó.
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Más de un millón setecientos mil núcleos familiares en Cuba dependen del suministro de gas licuado y cerca de ochocientos mil de esos abastecidos, lo reciben de forma liberada.
“Esto nos obliga a buscar el producto en otras áreas geográficas, lo que encarece el producto. Tenemos que garantizarlo en hoteles, en hospitales, en centros” indicó.
Tras la caída de la producción petrolera en Venezuela, el régimen cubano se ha visto con dificultades para surtir a la población de los productos derivados del crudo.
Sin embargo, pese a la realidad local y las sanciones económicas de Estados Unidos, el régimen de Nicolás Maduro ha continuado enviando combustible a la Isla.
Mientras tanto, el castrismo aplicó un duro racionamiento a los cilindros de gas licuado, dándole prioridad al sector turístico y al de servicios.
De acuerdo con un comunicado de la Unión Cubapetróleo (CUPET) difundido en los medios castristas, se advierte que los inventarios para cubrir la demanda nacional no están garantizados.
«Los inventarios que actualmente existen en el país no cubren el consumo, por lo que han existido afectaciones en la venta normada y liberada de GLP (gas licuado de petróleo) y sólo podrá garantizarse para los centros que brindan servicios básicos a la población.»
Redacción Cubanos por el Mundo
