Este viernes, el Ministro de Justicia brasileño Sergio Moro puso a su cargo a la orden, no sin antes señalar a Jair Bolsonaro, presidente de Brails de tratar de “interferir” en investigaciones policiales, por motivos políticos.
Moro era el emblema de la lucha contra la corrupción en ese país y su renuncia se produce en pleno brote del COVID-19, que ubica a Brasil en el primer lugar de latinoamérica con mayo número de casos y muertes por la enfermedad.
La semana pasada, por la crisis sanitaria, se generó la caída del ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, por desavenencias con Bolsonaro sobre la estrategia para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus.
Bolsonaro decidió destituir al jefe de la Policía Federal (PF) Mauricio Valexio, un órgano de investigación que depende del ministerio de Justicia, y de ahí partió el desenlace que terminó con la renuncia de Moro.
“El presidente me dijo que quería colocar a una persona con quien tuviera contacto personal, a quien pudiese llamar, pedirle informaciones, informes de inteligencia (…) Prestar ese tipo de información no es el papel de la Policía Federal. Las investigaciones deben ser preservadas”,
denunció Moro en una conferencia de prensa en Brasilia.
En el mismo orden, señaló a Bolsonaro por “estar preocupado” con algunas investigaciones judiciales en curso y que esta era una de las razones por las que quería cambiar al titular de la PF, el cual fue nombrado por Moro.
Bolsonario niega el señalamiento
Mas tarde, el presidente de Brasil ofreció declaraciones rodeado de todos sus ministros y colaboradores, para negar las “acusaciones infundadas” de Moro y reveló que el exministro dijo que aceptaría la destitución de Valeixo a cambio de un puesto de juez en el Supremo Tribunal Federal (STF).
Además, contó que antes de la renuncia del ministro de justicia, les comentó a varios diputados: “Hoy ustedes conocerán a una persona que tiene un compromiso consigo mismo, con su ego, pero no con Brasil“.
El discurso de Bolsonaro fue acompañado por cacelorazos de protesta en varias ciudades, como Sao Paulo o Rio.
La renuncia de Moro, el ministro estrella de todo el Gabinete de Gobierno de Bolsonaro, derrumbó la Bolsa de Sao Paulo (que cerró con una caída de 5,45%) y hundió al real frente al dólar.
Lo que produjo la renuncia del ministro de justicia
La salida del exministro Moro dividió la base de Bolsonaro y desató un torrente de críticas y pedidos de renuncia del jefe de Estado, que desde antes estaba siendo calificado como irresponsable por las políticas en relación a la pandemia.
Tras la renuncia, el fiscal general Augusto Aras (nombrado por Bolsonaro), pidió al STF que investigue las acusaciones formuladas por Moro.
El diputado Capitán Augusto indicó que estaba articulando la salida de la bancada de la seguridad pública, denominada “bancada de la bala”, de la base oficialista.
El expresidente centrista Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) afirmó que Bolsonaro “está cavando su fosa” y le pidió que “renuncie antes de ser renunciado”.
Especialistas brasileños discuten la posibilidad de que Bolsonaro sea objeto de un proceso de destitución o hasta de un golpe de Estado.
En su discurso de renuncia, Moro dijo que no vio tentativas de injerencia similares ni siquiera en el auge de la operación Lava Jato, que se inició en 2014 bajo un gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Analistas señalan que la salida de Moro corona un proceso de “politización” de organismos gubernamentales que combaten la corrupción.
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