Lisbet Sánchez, una madre cubana que padeció las carencias del sistema comunista, aseguró que la salud no es prioridad en Cuba. La joven es madre de la niña cubana Emily Castro Sánchez, quien recibe tratamiento médico en Miami.
Ambas viajaron desde La Habana a finales de marzo, gracias a una visa humanitaria concedida por la embajada de Estados Unidos en Cuba.
La bebé de un año y siete meses de edad padece una malformación renal que provoca hipertensión y que los médicos de la Isla no pudieron tratar.
Sin la atención necesaria en Cuba
A pesar de la complejidad del estado de salud de la niña cubana, los especialistas en la Isla le aseguraron a Sánchez que no podían hacer más que chequear a la niña periódicamente. Además, recetarle medicamentos para contener su presión arterial.
En ese sentido, la madre cubana ofreció una entrevista a CubaNet, en la que reveló algunos detalles de la situación que le tocó vivir, al tiempo que resaltó que muchos médicos cubanos son profesionales notables, aunque ella no contó con la atención necesaria.
“La salud en Cuba no es proridad”.
aseguró.
“Fui a distintos lugares para que me dieran una solución y me ayudaran. Tristemente no contamos con la atención ni con las personas adecuadas. Te tropiezas con una pared y pasan estas cosas”.
Ante la incapacidad de las autoridades de salud en Cuba, la madre de Emily comenzó a buscar ayuda a través de diferentes vías, entre ellas las redes sociales. Allí recibió el apoyo de importantes influencers como Alex Otaola, quienes difundieron la solicitud para recaudar fondos en la plataforma GoFundMe.
La madre cubana agradece la solidaridad de muchas personas que en Estados Unidos se ofrecieron a ayudarla para que su hija recibiera el tratamiento adecuado.
Diagnóstico
Con solo dos meses de nacida, la niña, residente en la ciudad de Colón, en Matanzas, presentaba abundante retención de líquido y un raro enrojecimiento en la piel.
Luego de ser trasladada al hospital William Soler, los médicos determinaron que Emily presentaba una ectopia renal cruzada y que sus riñones estaban fusionados en L. Según el diagnóstico, ambos órganos funcionaban al 80 y 20 por ciento respectivamente.
Ahora la bebé no solo ha sido atendida por varios especialistas en el Hospital Jackson Memorial, de Miami, sino que también ha recibido un servicio esmerado.
“Ha sido un contraste muy duro y muy triste. En Cuba no nos ayudamos como tenemos que ayudarnos”.
dijo la madre cubana.
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Redacción Cubanos por el Mundo