De nuevo el régimen muestra en los canales del estado sus “esfuerzos” por combatir a los coleros y revendedores en Cuba pero no muestran señales en el abastecimiento de los comercios y abastos. El hambre es la misma que desde el inicio de la pandemia del coronavirus y no parece que mejorará.
El pasado lunes 3 de agosto presentaron las medidas que empezaron a tomar en las provincias de La Habana y Granma para controlar la presencia de personas que venden puestos en las colas o que sacan productos que no necesitan para venderlos a un precio elevado.
Coleros y revendedores en Cuba
Como es costumbre en los medios oficialistas entrevistaron a ciudadanos y trabajadores que se mostraron “complacidos” con la estrategia de control en los locales comerciales. Muchos afirmaron que ahora “si pueden comprar” y que los alimentos y comestibles que salen en las tiendas alcanzan.
Lo cierto es que el problema persiste: tienen que hacer colas de horas bajo el sol para poder comprar un par de víveres. En muchos casos regresan con las manos vacías porque no alcanza o solo pueden llevar lo mínimo lo cual no es suficiente para alimentar a su familia.
El canal del estado aseguró que hay toda una estrategia y capacitación de personas para detectar y neutralizar a los coleros. Pero no mencionan el desabastecimiento, miseria y desidia que los cubanos tienen que afrontar.
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A esto se suma el malestar creciente por las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) que tienen desde carnes hasta artículos de aseo personal que no se encuentran en los abastos en CUC o CUP. La división entre los cubanos aumenta y muchos consideraron un “golpe bajo” la inauguración de estos comercios.
Cubanos por el Mundo
