Llenos de entusiasmo, tanto los directivos como los trabajadores del Combinado Cárnico de Mayarí, celebraron ser galardonados por abastecer de huesos y embutidos con harina al pueblo. Porque de la carne, ni el aroma.
Frido Suárez Bernal, director de este Combinado Cárnico de Mayarí, manifestó con mucho orgullo la labor desempeñada que los ha mantenido a flote durante estos últimos cuatro años y les ha hecho no bajar la guardia con las labores diarias. Sin embargo, son cuatro años que los consumidores han pasado por desapercibido porque lo último que han recibido de la distribuidora de carnes, es precisamente carne.
Suárez también comentó que dentro de su proceso de comercialización distribuyen su producto a entidades de Salud Pública, Educación, Construcción y Turismo, así como a los más de cien mil consumidores de los municipios Mayarí y Cueto. Tal vez esa sea entonces la razón por la cual la carne no alcanza, ya que a los turistas y a la cúpula castrista obviamente no se les puede ofrecer cualquier cosa que no sea lomito o los mejores cortes, al tiempo que el cubano de a pie, come huesos y embutidos hechos a base de harina.

El panorama no es innovador, en las provincias cubanas donde es rica la producción de pescados y variedades del mar, por ejemplo, primero se extrae la producción comprometida a la exportación y comercialización en zonas turísticas, porque es lo que le da plata al régimen; dejando a los cubanos clarias y tencas.
El régimen es especialista en priorización de necesidades, siendo el pueblo sin duda alguna el último de la fila y como ya es un comportamiento consecutivo y mantenido en el tiempo se vuelve normal, pues el pueblo ya está acostumbrado a servirse de las sobras y de paso agradecer las miserias que reciben.
El hecho es que mientras el Combinado Cárnico de Mayarí presume en la prensa sus cuatros años en la cima, la gente se pregunta: ¿Dónde está la carne?.
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Redacción Cubanos por el Mundo