En “plenos partidarios” desde las provincias nombrarán este jueves a los delegados al Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), en un proceso distante de democracia y participación popular. En medio de la pandemia por COVID-19, llevarán a cabo el proceso. Aseguran se realizará en “estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios”, aun a pesar de los focos que tienen lugar en instituciones estatales precisamente por la violación de estos.
Los “levanta la mano”, condescendientes con el régimen cubano, con la documentación otorgada irán a “debate en el congreso” en La Habana entre el 16 y 19 de abril, previa una semana de “discusiones” entre el 15 y 20 de marzo, en cada provincia. De acuerdo a la prensa oficial, estos delegados del Partido Comunista de Cuba serán los encargados de llevar las opiniones al Comité Central del PCC, en concordancia con el desgastado modelo centralista cubano.
Por la COVID-19 no se llevó a cabo el proceso de rendición de cuentas de los delegados del Partido Comunista de Cuba, pero el proceso de “elección” si se espera para este viernes. La prensa oficial repite el supuesto carácter “amplio y democrático” en el proceso de elección de estos delegados del PCC, cuyos nombres aseguran fueron propuestos “por miles” y persigue el “relevo generacional”, una promesa vieja que no se corresponde a la “continuidad” de los ancianos que ostentan el poder desde el Comité Central.
Pero también en periódicos oficiales se lee sobre el desencanto y decepción de delegados, ante la incapacidad del castrismo de solventar los problemas más elementales, como el desbordamiento de aguas albañales en La Habana. Menos aún situaciones más complejas como atender la queja ciudadana en torno a la denominada ‘Tarea Ordenamiento’ o tantas inconformidades de la población en el día a día en Cuba.
Redacción Cubanos por el Mundo
