El sacerdote cubano Fernando Galvés, de Camagüey, respondió a quienes cuestionan las razones para las que él, como miembro de la Iglesia Católica, se permita opinar de política, como si su oficio y la realidad social estuviesen divorciados en lo absoluto.
En una densa publicación en su cuenta de Facebook, el sacerdote cubano explicó que, ante los últimos acontecimientos políticos, económicos y sociales, que afectan a los ciudadanos, y en plena consciencia de la crisis que enfrenta la isla, él como otros hermanos de sacerdocio, se han sentido en el deber de “iluminar al pueblo” hablando directamente sobre lo que ocurre.
“El objetivo ha sido la búsqueda de una necesaria salida, aplicando la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia”, explica en sus líneas.
Esta reacción, ha provocado que desde hace días comenzaran a llegarle comentarios que describe como “insidiosos”, algunos con pretensiones de desacreditarlo, otros que calificarían más como amenazas en su contra.
“Frases como: Padre, cuídese, Ud. no tiene necesidad de eso, Padre, piense en su mamá, si a Ud. le pasa algo, Padre, no se vaya a angustiar, las ´bolas´ son para amedrentarlo, Padre, lo sentimos mucho, pero Ud. sabe, así funciona esto, nosotros sabemos, Padre no se preocupe, yo sé distinguir entre mi trabajo y mi persona, cuente conmigo”, describe el sacerdote cubano.
A todos esos mensajes decidió responderle las razones para que él como sacerdote, decida involucrarse en la discusión política, para quienes suponen que él, en su rol dentro de la Iglesia, solo tiene permitido hablar de Dios y su gracia de una manera “morfinómana”.
“Se descubre una extendida ignorancia sobre la fe, la Iglesia, el sacerdote y su misión de cara a la vida concreta de la gente. ¿Cómo es posible vivir de manera anodina frente al entramado político? El cristiano se ha de identificar por su implicación en la búsqueda del bien y la verdad; por su participación en la vida política, económica, social, moral; y por su reacción ante las situaciones humanas cuando se hacen incompatibles con el Reino de vida que Cristo proclamó”.
En este sentido, el sacerdote cubano Fernando Galvés asegura que ante todo lo que ocurre, es deber alzar la voz de forma fuerte y clara. “¿Cómo podríamos decir que defendemos los intereses de Dios si dejamos en manos de inescrupulosos la vida de las personas? ¿Hacia qué futuro de tinieblas caminamos? Con una actitud pasiva, insulsa o discreta en demasía solo nos estamos construyendo una sociedad inhóspita, alejada del sueño de Dios”.
“Es por ello por lo que cada cristiano debe examinar su compromiso según su vocación y, desde allí, asumir una participación coherente con su fe en el ámbito social y político… ¿Queremos una Cuba así, alejada del bien de sus hijos? Estoy seguro de que no. Y es precisamente allí donde jugamos un papel determinante”, apunta.
Ya en el cierre de su mensaje, deja claro que aún continuará elevando su voz, pues considera que aún queda mucho que anunciar y denunciar, aunque está consciente de lo que pueda significar. “Traerá problemas y privaciones, no hay que temerle a ello. El mal no triunfará para siempre, es una promesa de Dios. Tampoco hay que temer por la institución, los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Nuestra única seguridad es Dios, y nuestro mayor interés la vida eterna”.
El rol del sacerdote cubano en el despertar social
Los feligreses han visto pronunciamientos importantes como el del sacerdote cubano, Jorge Luis Pérez Soto de la Parroquia San Francisco de Paula, en Diez de Octubre en La Habana, quien durante una homilía hace varios meses criticó a la dictadura cubana y habló sobre lo que considera debe ser la posición de la Iglesia Católica en la situación política de Cuba. Su respaldo al Movimiento San Isidro le valió ataques de desprestigio.
También así lo hiciera recientemente el sacerdote cubano Alberto Reyes, quien consideró que este año, los cubanos confían en poder salir a las calles, diciendo lo que piensan y perdiendo el miedo “que nos hace bajar la voz y actuar como el gorrión que ‘pica y mira para los lados”.
Redacción Cubanos por el Mundo